Un filme con una super producción, técnicamente impecable, con dos grandes actores como protagonistas… ¿algo puede fallar? En realidad, sí. Cuando un filme carece de una historia entretenida, congruente y contundente, usualmente está destinada a pasar a la historia sin pena ni gloria. Esto le sucede a “El hombre gris” (The Gray Man), la nueva cinta de acción y espionaje de Netflix, dirigida por los hermanos Anthony y Joe Russo (Avengers, Capitán América, el soldado de invierno), basada en el libro homónimo de Mark Greaney.
Es cierto que se trata de un largometraje ostentoso por el gran derroche de recursos técnicos que representaron una inversión exorbitante de 200 millones de dólares, que se notan en la calidad de la imagen, la estética visual propia de las cintas de superhéroes y evidentemente el montaje y los diversos clichés de los filmes de espías internacionales que hacen alusión directa al grandioso personaje de James Bond, mejor conocido como 007.
Esta propuesta de acción de Netflix me resultó una gran decepción, pues la producción de AGBO, Netflix, Roth Films, Roth / Kirschenbaum Films y Stliking Films, parece rescatar los elementos narrativos de las cintas de espionaje tradicionales, pero lo hace de tal manera que pareciera un digesto de diversas cintas, de varios géneros cinematográficos, que por cierto, también resultaron polémicos en su momento. El filme nos hace recordar largometrajes de Arma Mortal (1987), “Comando” (1985) o toda la saga de 007.
El filme narra la historia del agente de la CIA Court Gentry (Ryan Gosling) reclutado de una prisión federal para convertirse en espía por sus cualidades. Con el cambio de los mandos altos en la agencia de espionaje es perseguido por Lloyd Hansen (Chris Evans), un antiguo compañero de la CIA que no se detendrá ante nada para acabar con él, aunque es apoyado por otra agente a quien se ha involucrado en el conflicto, Dani Miranda (Ana de Armas) le cubrirá las espaldas”.
Un argumento a todas luces genérico que deja mucho que desear. Si bien es cierto, los amantes del cine de acción van a disfrutar las ostentosas secuencias de balazos y explosiones, tan recurrentes a lo largo de los 122 minutos que dura la cinta; sin embargo, el argumento poco sólido claramente adolece de trascendencia.
Una cinta de las llamadas palomeras, recomendada solo para pasar un rato entretenido, sin esperar grandes resultados, idónea para una tarde de domingo en casa, cuando no hay mucho que ver en televisión, considerando que está disponible en la plataforma de video bajo demanda Netflix.
Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico trejohector@gmail.com o sígame en mis redes sociales “CinematografoCeroCuatro” en Facebook y “Cinematgrafo04” (sin la “ó”) en Twitter.