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México ha gastado en los primeros cinco meses de 2022 alrededor de 1.500 millones de dólares adicionales (unos 30.000 millones de pesos) en la importación de granos básicos para el consumo interno, un aumento de 70% comparado con 2020, según datos oficiales publicados por la prensa local.
"Para un periodo de enero a mayo, desde que comenzó la pandemia [2020] a la fecha, México gasta alrededor de 30.000 millones de pesos adicionales, 70% extra, para satisfacer la demanda de maíz, trigo, café, arroz, frijol y sorgo de las familias mexicanas, pues estos productos son básicos en su alimentación", indica un reporte publicado por el periódico La Jornada, citando cifras del central Banco de México.
En los primeros cinco meses de 2019, antes de la emergencia sanitaria global por coronavirus, el país latinoamericano gastó 1.900 millones de dólares , en la importación de granos -frijol, café, trigo, maíz, arroz y sorgo-, cifra que se mantuvo estable en el mismo periodo de 2020, al inicio de la pandemia, con unos 2.000 millones de dólares pesos.
Conforme comenzó la recuperación económica en todos los países, luego de los cierres masivos obligados por la pandemia, los precios de las materias primas comenzaron a incrementarse, principalmente maíz y trigo, provocando que el gasto de México en granos se disparara hasta 3.000 millones de dólares en los primeros cinco meses del año pasado 2021.
El periódico indica que ese incremento es consecuencia directa de la inflación que ha provocado la recuperación por la pandemia de COVID-19 y el conflicto en Ucrania.
"Posteriormente, a raíz del conflicto armado entre Rusia y Ucrania, dos importantes productores de granos, el gasto de México pasó a 3.500 millones de dólares entre enero y mayo de 2022", detalla el informe periodístico basado en cifras oficiales recientes.
De acuerdo con el Banco Mundial, este mayor gasto en importación de alimentos ocurre en el mundo en un contexto en el que, en año y medio los productos agrícolas se han encarecido 19% en promedio, cita el diario.
El Gobierno de México puso en marcha un plan para contener la inflación en los precios productos alimenticios, ofreciendo precios de garantía a agricultores de granos en el mercado interno y el suministro de fertilizantes en zonas rurales para el autoabastecimiento en estados del sur del país.
