Conducir una patrulla, mucho más que solo sentarse al volante

Conducir una patrulla, mucho más que solo sentarse al volante

Foto: Enfoque

Los accidentes de tránsito que involucran vehículos de emergencia como patrullas, ambulancias o motopatrullas suelen causar el enojo de la ciudadanía, pues se trata de vehículos adquiridos con recursos públicos, y por ello muchos se cuestionan la capacidad y conocimientos que tienen los conductores para controlar este tipo de unidades.

 

Los siniestros en los que se ven involucrados estos vehículos no son exclusivos de Puebla ni de México, pero es importante destacar que en casi todas las corporaciones se ofrece una capacitación para que los policías o rescatistas sepan cómo utilizar de forma segura las unidades.

 

En Puebla, los accidentes más comunes están relacionados con las patrullas de la policía, ya sea estatal o municipal, por lo que muchos poblanos temen por las nuevas unidades que recibió el Ayuntamiento de Puebla para la Secretaría de Seguridad Ciudadana.

 

¿Quién capacita a los policías?

 

 En una consulta hecha por Imagen Poblana se confirmó que tanto los policías estatales como municipales de Puebla cuentan con una capacitación para el uso de vehículos de emergencia, en este caso las patrullas.

 

Hablando de la policía estatal, no solamente es un requisito contar con licencia para conducir y tener el conocimiento técnico para hacerlo; las habilidades de operación también son parte del curso de formación básica que reciben los uniformados al ingresar a la corporación.

 

Manejo a la defensiva, evasión y táctica policial, es parte de lo que incluye el curso que se le ofrece a los elementos de la policía estatal, no solamente a los que van a conducir la patrulla, sino también a quienes van como copiloto.

 

Según el Sistema Nacional de Seguridad Pública, los elementos que integran una corporación de esta naturaleza deben tener los conocimientos necesarios para el manejo defensivo, la reducción de los riesgos de siniestralidad, técnicas de patrullaje e intervención, así como ejercicios de reacción en terreno irregular.

 

 En el caso de la policía municipal de Puebla, que es la corporación que recientemente recibió unidades nuevas, también se ofrece el curso de manejo a la defensiva para los cadetes que están en formación, el cual es parte de las 972 horas de capacitación que reciben.

 

Aunque durante los más de cinco meses que dura su entrenamiento se abordan muchos temas además del manejo, existe un adiestramiento especializado para darles conocimientos teóricos y prácticos sobre la conducción de las patrullas, tanto de cuatro como de dos ruedas.

 

Según confirmaron elementos de ambas corporaciones, los cursos son impartidos por personal capacitado que pertenece a la misma corporación, y en algunos casos se emiten certificaciones a través de una academia externa.

 

No todos los municipios reciben capacitación práctica

 

Cada academia es diferente y aunque se exige por parte del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en algunos municipios la admisión de los uniformados no contempla prácticas de manejo a la defensiva.

 

Apenas en mayo pasado el Ayuntamiento de Tehuacán anunció que capacitará a 80 de sus policías con manejo especializado para el uso de vehículos de emergencia, esto debido a los siniestros viales en los que se han visto involucrados.

 

Policías de Coronango, Cuautlancingo, Amozoc y Atlixco que fueron consultados por este medio, confirmaron que no reciben este tipo de capacitación práctica, por lo que al momento en que reciben una patrulla solamente cuentan con los conocimientos previos que tenían antes de entrar a la corporación.

 

Según la experiencia de este reportero, la mayoría de los accidentes donde se ven involucradas patrullas se dan en el momento en el que los uniformados acuden a atender una llamada de emergencia, es decir, existe un exceso de velocidad.

 

 

La mayoría de los casos documentados de este tipo ocurren luego de que los conductores de las patrullas ignoran señales de tránsito como la luz roja del semáforo, a lo cual se agrega la falta de atención del resto de los conductores para detenerse al escuchar el código abierto de la sirena.

 

En otras ocasiones ocurren volcaduras o choques durante persecuciones, mientras que en pocos siniestros se confirma una negligencia por parte del policía; no obstante, sí han existido varios hechos de este tipo.

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