.gif)
Autoridades mexicanas detuvieron a un presunto cómplice del jefe de un grupo criminal, señalado como autor material del asesinato de dos sacerdotes jesuitas y un guía de turistas, informó el subsecretario federal de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Ricardo Mejía Berdeja.
"Las acciones de inteligencia, vinculadas a un despliegue permanente de la Defensa y la Guardia Nacional permitieron que, en coordinación con las fiscalías de Chihuahua y Baja California (estados del noroeste) se detuviera en Mexicali (fronteriza con EEUU) a Julio César N, quién se encuentra relacionado con el homicidio de los padres jesuitas Javier Campos y Joaquín Cesar Mora, así como del guía de turistas Pedro Eliodoro Palma", dijo el funcionario federal a periodistas.
Hasta la fecha, las autoridades lograron la detención de 12 sospechosos vinculados a la organización criminal que encabeza el asesino material e intelectual apodado El Chueco.
Los asesinatos fueron perpetrados el 20 de junio pasado en una iglesia católica de la Sierra Tarahumara, del estado mexicano de Chihuahua (noroeste), por alias El Chueco, y el detenido le ayudó a trasladar los cuerpos a una barranca.
"Esta detención se suma a otras 11 detenciones que este despliegue ha permitido, de miembros de la organización criminal del sujeto apodado El Chueco", dijo Mejía Berdeja.
En las detenciones también fueron confiscadas armas de fuego y vehículos.
La Sierra Tarahumara enfrenta condiciones de violencia y olvido que no han sido revertidas, como muchas otras regiones del país, dijo la Compañía de Jesús en un comunicado donde fijo su postura ante los asesinatos.
El texto añade que los jesuitas de México no callarán "ante la realidad que lacera a toda la sociedad".
"Seguiremos presentes y trabajando por la misión de justicia, reconciliación y paz, a través de nuestras obras pastorales, educativas y sociales", proclamó la orden religiosa a la que pertenece el papa Francisco.
La iglesia de Cerocaui fue fundada por un misionero jesuita en 1679 en la Sierra Tarahumara, una zona agreste donde ahora impera la violencia del crimen organizado sobre comunidades indígenas de la etnia rarámuri.
