Academias de futbol de “marca”, muy lejos de ser reconocidas por clubes profesionales

Academias de futbol de “marca”, muy lejos de ser reconocidas por clubes profesionales

Foto: Enfoque

El sueño de llegar a ser futbolista profesional es recurrente en muchos niños y jóvenes de nuestro país, que intentan demostrar su talento en las canchas de alguna escuela o academia de este deporte, pensando en debutar en algún momento en Primera División.

 

Las cosas no son tan sencillas para lograr estos sueños, pues de 100 niños o jóvenes que se inscriben en alguna de estas escuelas, solo un par logra ser probado por algún club y muy pocos terminan por quedarse en las fuerzas básicas de los equipos.

 

A esto se debe agregar que diversas academias y escuelas de futbol están muy lejos de ser reconocidas como oficiales por parte de clubes profesionales; es decir, muchas tienen el nombre de algún equipo sin siquiera formar parte de la estructura de este club.

 

Basta recordar lo que sucedió hace un par de años en Puebla, cuando una escuela de futbol se autonombró filial del Puebla de la Franja e incluso hizo una rueda de prensa, donde sus directivos aparecieron portando indumentaria oficial del equipo franjiazul.

 

De inmediato se descubrió que la escuela no estaba reconocida por el Puebla, llegando el tema a los oídos del mismo club poblano, que desde sus redes sociales desmintió y exhibió a esta escuela por ocupar el nombre de la Franja.

 

Y así como este caso hay muchos en Puebla. Incluso hay academias que utilizan nombres y escudos de equipos internacionales como Real Madrid y Barcelona, sin siquiera estar reconocidas por estos equipos.

 

 

Sobra decir que son contadas las academias y escuelas que sí cuentan con el aval de equipos profesionales, pero este mismo aval provoca que sus costos sean inalcanzables para muchas familias, que terminan llevando a sus hijos a academias llamadas “patito”.

 

Es por esto que los padres de familia deben investigar bien a las academias antes de dejar a sus hijos, pues muchas creen que por colocarse el nombre y el escudo de un equipo de Primera División se pueden considerar filiales, algo que incluso puede tener consecuencias legales para estas escuelas, perjudicando principalmente a los niños y jóvenes que sueñan con ser profesionales.

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