El fenómeno que ha generado en el país alrededor del automovilismo hace pensar que Sergio “Checo” Pérez puede ser considerado con el paso del tiempo como uno de los mejores deportistas en la historia de México y el domingo tendrá una oportunidad más de refrendarlo en el Gran Premio de Azerbaiyán.
Con 32 años, el piloto tapatío ha provocado que la Fórmula 1 vuelva a estar dentro de los intereses del aficionado mexicano, sobre todo desde el 2020 cuando logró su primer campeonato en el Gran Circo al ganar en Shakhir cuando todavía tenía asiento en la desaparecida escudería Racing Point.
Un apoyo desbordado en el pasado Gran Premio de México en noviembre en donde el Autódromo Hermanos Rodríguez lo vitoreó al conseguir subir al podio, y una ola de felicitaciones por su triunfo hace dos semanas en Mónaco, pone en la mesa el debate si el ahora volante de Red Bull ya puede estar a la altura de leyendas como Hugo Sánchez, Fernando Valenzuela o Paola Espinosa.
Lo que es una realidad es que Pérez ha cambiado la forma de ver el automovilismo en México y solo el tiempo dirá cuando, después de que decida retirarse, se pueda definir si es uno de los mejores que ha dado el país.