Mientras Estados Unidos continúa enfrentando una inflación persistente, los estadounidenses con menores ingresos siguen teniendo problemas para llegar a fin de mes, según informaron diferentes medios de todo el país.
La inflación en EE. UU. ha dado un mordisco a los presupuestos de las personas, eliminando parte de las ganancias salariales, afectando especialmente a quienes tienen bajos ingresos, publicó el domingo el diario Los Angeles Times.
De acuerdo con esto, la caducidad de los cheques de estímulo y una inflación creciente en bienes de consumo cotidiano, como el gas o los alimentos, han aumentado todavía más la brecha entre ricos y pobres.
El mismo día, otro artículo publicado por The Hill compartía una visión similar, señalando que millones de personas mayores estadounidenses con bajos ingresos están inmersas en una crisis agravada por la inflación creciente y el alto desempleo, una pinza que empuja a mucha gente de edad avanzada al dilema de tener que escoger entre el pago de cuestiones básicas, como la comida, las medicinas y el alquiler.
"Son elecciones imposibles que nadie debería tener que hacer. Las personas mayores, especialmente aquellos que viven con rentas bajas o fijas, tienen una protección limitada frente a las turbulencias económicas", reflejó The Hill.