¿Tenemos un súper-peso?

¿Tenemos un súper-peso?

En esta semana el dólar se cotizó en 19.40 pesos, el valor más bajo desde antes de la pandemia, cuando llegó a $18.50. Si lo comparamos con el tipo de cambio al cierre del sexenio anterior, el peso se ha apreciado 4%, es el mejor desempeño en 40 años y algunos ya le llaman “súper-peso”, pero ¿podrá el peso sostener su fortaleza durante más tiempo?

 

Recordemos que el tipo de cambio es el valor de una moneda con respecto a otra, es decir, cuantas unidades de una moneda se requieren para comprar otra. Los tipos de cambio pueden ser a) fijos, cuando el gobierno o la autoridad monetaria indican la paridad o b) flexibles cuando el mercado, a través de la oferta y la demanda, determina esa paridad. En el caso de México, los tipos de cambio son flexibles por lo que el valor de nuestra moneda depende del mercado.

 

El tipo de cambio es uno de los indicadores que suele mostrar la estabilidad macroeconómica de un país. Cuando se trata de tipos de cambio flexibles hacen las veces de un amortiguador ante choques externos, suben y bajan en función de las externalidades de los mercados, en ese caso los cambios de corto plazo son coyunturales y la estabilidad se refleja con los valores de largo plazo.

 

En el caso mexicano hay en el imaginario social la idea de que el aumento del dólar es sinónimo de crisis; aunque en la historia sí hubo una correlación directa, esto no necesariamente es así en términos económicos. En la gráfica 1 se observa el tipo de cambio desde 1982, el inicio del periodo neoliberal. En el sexenio de Miguel de la Madrid (MMH) el peso se depreció más del tres mil por ciento a causa de una crisis inducida por recomendaciones del Fondo Monetario Internacional.

Elaboración propia con datos de Banxico

 

Lo mismo sucedió en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (CSG) cuando la moneda cayó 50% y con Ernesto Zedillo (EZPL) la depreciación fue de 174% en el famoso error de diciembre que desató la crisis con mayor impacto en las familias.

 

La primera vez que se habló del “súper-peso” fue durante el gobierno de Vicente Fox (VFQ), el tipo de cambio se mantuvo estable por lo menos durante la primera mitad del sexenio, entre las causas de esta fortaleza fueron los altos precios del petróleo que beneficiaron los ingresos nacionales. Hasta ahora, ha sido el sexenio con menor depreciación de la moneda en un 17%. Con Felipe Calderón (FECAL) la moneda se depreció 18% y con Peña Nieto (EPN) la caída fue de 58%.

 

Con Andrés Manuel (AMLO) los pronósticos de los economistas vulgares auguraban una depreciación de hasta 30 pesos por dólar; así pretendieron asustar a la población antes de la elección, con la cancelación del aeropuerto de Texcoco, con las reformas para poner fin al neoliberalismo y en general con cada acto de gobierno nos han querido azuzar con que el peso se desfondará. Han fallado todo el tiempo, son malos economistas y buenos mercenarios del desastre. En lo que va del sexenio el peso ha mostrado mayor estabilidad y ya superó al sexenio de Fox.

 

Son varios los factores que están beneficiando la apreciación de nuestra moneda, entre ellos destacan el aumento sostenido de las remesas que envían los héroes nacionales que trabajan en el extranjero; el aumento de la inversión extranjera directa; la disminución de las importaciones, sobre todo del rubro petrolero; la inflación en Estados Unidos que ahora es mayor que en México. Por su puesto también hay una mayor percepción de confianza en nuestro país por lo que el peso mexicano es una de las 5 monedas más utilizadas para hacer transacciones en el mundo.

 

Aunque todavía es un poco aventurado señalar que la fortaleza de nuestra moneda se mantenga, hay otros factores que indican que hay más probabilidades de que el peso siga estable a que se deprecie. El dólar se está debilitando a nivel mundial y las condiciones económicas en el mundo empiezan a ser adversas para muchos países incluyendo a la Unión Europea. Mientras se espera que Reino Unido decrezca 2%, la economía mexicana en un escenario pesimista crecerá 2%.

 

Los resultados le están dando la razón a López Obrador: una política de austeridad en el gasto corriente; una política fiscal expansiva orientada a incrementar el gasto social y en infraestructura; además, una mayor intervención en regulación de sectores como el energético están blindado nuestra economía. Las apuestas en los mercados, al menos en el corto plazo, es que el peso se seguirá apreciando, los futuros para julio han cerrado con apreciaciones del 5%. Las recomendaciones para inversionistas es hacerlo en pesos mexicanos. ¡Qué alegría dar buenas noticias económicas!

 

 

*Profesor-Investigador Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo

 

Miembro del Sistema Nacional de Investigadores

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