Antes de empezar la edición de Roland Garros 2022 el español Rafael Nadal era favorito, aunque albergaba muchas dudas por sus problemas con el pie izquierdo, pero la victoria conseguida ante el serbio Novak Djokovic lo deja como el gran aspirante a coronarse nuevamente en París.
En el duelo más repetido y uno de los más esperados por los aficionados del tenis en los últimos años, Nadal se llevó el triunfo de manera contundente por 6-2, 4-6, 6-2 y 7-6(4) ante Djokovic en los cuartos de final del Abierto de Francia y se acercó un poco más a la conquista de una nueva Copa de los Mosqueteros, la número 14, si la consigue.
Un Nadal extraordinario sacó a relucir su excelente juego sobre la tierra batida parisina para apuntarse la victoria tras cuatro horas y 12 minutos de duelo y dejar en el camino Djokovic, número uno del ranking ATP y campeón de la pasada edición del torneo galo.
Con esta del martes por la noche, Nadal suma 110 victorias y solo tres derrotas en la arcilla de Roland Garros y sus más cercanos perseguidores son Djokovic (85) y el suizo Roger Federer (73).
UNA NOCHE MÁGICA
El español había mostrado su inconformidad, porque no le gusta jugar en la noche, pues la humedad, el frío y otros factores que afecta la calidad de su juego, pero en este duelo ante Djokovic parece que nada de eso influyó.
A pesar de que el día antes él mismo dijo que el serbio era "claramente favorito", sobre todo por sumar una buena racha de nueve triunfos al hilo y no haber cedido un solo set en los últimos encuentros. Pero todo eso lo tiró por tierra, nunca mejor dicho, el mallorquín una vez enfrentados en la pista Philippe Chatrier.
"En 2015 y este han sido los años en que menos favorito era antes de salir a jugar un partido contra Novak en este escenario. Era un reto muy grande, y tenía serias dudas si sería capaz de rendir al nivel que necesitaba para tener opciones reales", aseguró Nadal tras el encuentro.
Este sin lugar a dudas fue un enfrentamiento muy exigente para Nadal en muchos aspectos, pero sobre todo porque padece la enfermedad de Müller-Weiss, que ya lo alejó de las canchas por casi seis meses a mediados del año pasado y le causó problemas hace apenas unas semanas.
Además, en frente tenía al único hombre que lo ha logrado derrotar dos veces en Roland Garros.
"Me sorprende mi nivel de hoy. Pero también hay días como hoy que no te queda más remedio que jugar a esa intensidad y a esa agresividad. A veces hay partidos que si no sale el plan aún tienes opciones de ganar. Hoy no había más opciones. O sacas el nivel A o te vas a casa. Saber esto te hace tener una autoexigencia muy alta que te puede facilitar sacarlo. Lo que pasa es que era difícil sacarlo viniendo de meses sin sacarlo ni entrenarlo", destacó Nadal en la rueda de prensa.
Al hablar sobre su victoria número ocho ante el serbio en el abierto parisino, Nadal recalcó que: "Ganar a Novak solo es posible jugando a tu mejor nivel. Hoy ha sido una de esas noches soñadas con un nivel inesperado".
Ahora el compromiso entre ambos está más nivelado, pues de 59 partidos disputados, la ventaja es de uno para Djokovic 30-29.
El triunfo de Nadal fue posible gracias a que fue mejor con el primer servicio con un 71 por ciento de efectividad y con el segundo saque (65%) y logró más puntos de ruptura que Novak. Además lo obligó a cometer más errores no forzados.
"Felicitaciones a Nadal. Creo que fue un mejor jugador en los momentos importantes", admitió Djokovic y agregó que el español "demostró por qué es un gran campeón al mantenerse fuerte mentalmente y terminar el partido como lo hizo".
MÁS CERCA DE LA 14
Con esta victoria Nadal se pone un poco más cerca de agenciarse una nueva Copa de los Mosqueteros, la 14 para él, algo increíble y poco posible de igualar. Lo cierto es que ahora mismo el balear está a dos partidos de ratificarse como el rey de Roland Garros.
Además hay una motivación extra, pues si Nadal conquista esta edición de Roland Garros, sería su segundo título del año en Grand Slam, después de ganar el Abierto de Australia, y el número 22 de su carrera, dos más que Djokovic y Federer.
"Para mí todo esto es un poco sorprendente. He conseguido sacar una vez más un nivel que aparentemente no tenía. Así que estoy feliz por ello y ahora que he conseguido este nivel solo resta intentar mantenerlo para darme opciones para lo que queda", resaltó Nadal.
Y lo que queda son dos encuentros para poder alzar la copa, y el primero será el viernes en semifinales ante el alemán Alexander Zverev, quien viene de derrotar al joven español Carlos Alcaraz por 6-4, 6-4, 4-6 y 7-6 (7) en los cuartos.
Nadal supera 6-3 a Zverev en sus nueve enfrentamientos anteriores, además tiene ventaja de 4-1 en sus partidos sobre tierra batida. Pero el alemán, de 25 años y tercero del ranking, le ha ganado en tres de los cuatro últimos partidos entre ambos.
Sin lugar a dudas, será un gran partido de semifinales y el vencedor no debería tener problemas para agenciarse el título, pues parte con ventaja ante los posibles rivales de la otra semifinal.