A causa del COVID-19 las ventas de teléfonos celulares sufrieron una notable caída a nivel mundial en el 2020, pero encontraron pronta recuperación en el 2021, con un incremento del 6%. Sin embargo, el mercado de los smartphones se ha vuelto a estancar en el 2022, principalmente a causa de la falta de componentes para fabricarlos.
México no ha sido la excepción en las estadísticas, pues en 2021 incrementó su consumo de celulares hasta un 7.1%, probablemente por la necesidad de conectividad de la población. Pero las cifras han cambiado para este año, pues las ventas de equipos nuevos volvieron a ir en picada según información de Canalys.
Esta baja en las cifras afectó principalmente a las compañías de celulares Telcel y Telefónica, las cuales reportaron pérdidas millonarias en el primer trimestre que va del año, siendo la empresa de Slim la más afectada con una caída del 13.7% en sus ventas.
La escasa demanda de nuevos teléfonos se atribuye a la inflación, que ha llevado a los consumidores a permanecer con sus equipos móviles lo más posible, ampliando el tiempo para ahorrar y así poder adquirir un dispositivo de gama alta, lo que impediría que el cambio de celulares sea tan inmediato como antes.
Ante la llegada de nuevas marcas al país, como Xiaomi, Oppo y Vivo, los compradores tienen una mayor oferta de dispositivos por los cuales decidirse, pero también ha abierto la posibilidad de prescindir de las compañías de celulares para adquirir su equipo, permitiéndoles comprar sus dispositivos desde la plataforma de la marca u otros servicios de venta como Amazon.
Sin duda, la llegada de nuevas marcas de celulares beneficia principalmente a los usuarios, pues además de ofrecer alternativas de consumo hechas con tecnología duradera, los precios de fábrica suelen ser más baratos a los que ofrecen las compañías de celulares.