Indudablemente Julián Quiñones se ha convertido en la grata revelación de esta Liguilla del Clausura 2022, aportando al club rojinegro dos goles que han servido de mucho para estar a solo 90 minutos de consagrase como los terceros bicampeones en torneos cortos, pero, para hoy ser considerado como uno de los mejores elementos de la liga este tuvo que pasar terribles momentos con los Tigres y gratas actuaciones con el extinto Lobos BUAP.
El atacante colombiano inicio su carrera en primera división en el Apertura 2016 con los Tigres, permaneciendo en tierras regiomontanas hasta el Clausura 2017 para posteriormente salir hasta Puebla con los Lobos BUAP, jugando del Apertura 2017 al Clausura 2018, consolidando su carrera dentro de la jauría al convertirse en el máximo goleador con un total de 17 tantos, solo uno por encima de su excompañero Leonardo Ramos.
Las increíbles actuaciones con Lobos BUAP causaron que los Tigres pidieran su regreso tras estar a préstamos con los poblanos, dándose su retorno a tierras regias para el Clausura 2018 donde se esperaba que fuera esa dupla letal con André Pierre-Gignac, pero lamentablemente su participación fue discreta hasta el Guard1anes 2021, torneo donde Atlas se interesó por el e hizo lo posible por integrarlo a sus filas.
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A lado de los tapatíos, Quiñones volvió a despertar, pues en 42 partidos entre Liga y Liguilla tiene un total de 14 goles que lo convierten en un titular indiscutible dentro del esquema del técnico Diego Cocca.
El cafetero está en el equipo de los zorros en calidad de préstamo con opción a compra, teniendo que pagar Grupo Orlegi un total de 4 millones de dólares para hacerse de los derechos federativos del jugador. Esta opción ya es analizada por la propia directiva y solo resta esperar la conclusión de esta final donde Quiñones ya anotó 2-0 en la ida.
