No se tardaron para colocar los presuntos orígenes de la viruela del mono por la incidencia que tiene, sobre todo en la República Democrática del Congo. Ya el virus del Covid-19 había emigrado de China, como en su momento la gripe de los años veinte venía de España. Todo se acomoda para colocar a los extraños como los causantes de nuestros males. No solo son países, indudablemente diferentes a la ideología del que se apura a nombrarlos, están también sectores de personas que por sus preferencias son discriminadas como portadoras, sin comprobación, de enfermedades graves. Es el caso de VIH Sida que multiplicó la persecución contra los sectores gay y que ahora en este caso de la viruela del mono también son señalados. Los descubrimientos sobre virus y orígenes de enfermedades se dan en laboratorios en los que por la investigación científica no se puede hacer señalamientos sin tener datos ciertos. Ante una sociedad que señala a los países diferentes a sus posturas o simplemente a países pobres atrasados, hacen omisión de las enormes cargas de basura y contaminación que produce el capital, que solo en Estados Unidos es tres veces más que la media mundial. ¿Cuantos virus contagiosos saldrán de ahí?
Estados Unidos, Canadá y Países Bajos, con más basura y acusan otros
Desde los inicios de la pandemia, proliferan los informes sobre los virus en el mundo y sus orígenes. Desde luego salieron a relucir los grandes genios de las vacunas como Luis Pasteur y otros y las muchas pestes, pandemias y ataques virales que se dieron en el mundo. Albert Camus volvió a renacer con su famosa La Peste (Editorial DeBolsillo 2012), mencionada miles de veces en estos tiempos. Lo singular es que cuando se mencionaron los virus más altamente peligrosos ninguno de los países que más contribuyen con los 2.100 millones de toneladas de basura en el mundo, estaban entre los que aportaron alguno de esos virus. Siempre según los orígenes, Estados Unidos se deslinda y aún se defiende por el aporte del VIH Sida, mientras adjudica los orígenes a otro país. Golpe dado ni Dios lo quita y muchos virus han pasado a la historia con un nombre, cuando el origen es otro. Es lo que ha sucedido con el virus del Covid-19 cuyo origen se atribuye China, pero hay evidencia de que ya estaba en otros lugares antes de que China lo diera a conocer. Así como prohíbe en sus preceptos e incluso está incorporado al derecho internacional, la ONU censura que se dé el nombre de un país a un virus. Entre los países y lugares con los cuales se han violado esos preceptos y que han sido señalados, de acuerdo a la BBC News, están Alemania, Argentina, India, Corea del sur, Guinea, Hong Kong, Nigeria, Crimea. Bolivia y varios de Africa. En ninguno se menciona Estados Unidos, pese que según los datos de este medio, es el segundo país de más basura en el mundo y ocupa el 12 por ciento de ese problema pese a que tiene solo el 4 por ciento de la población mundial. Está por encima en esa cifra de India que es superior a la población estadounidense en mil millones de personas. El del norte, es el país que más contamina en el mundo y se ha exhibido en los encuentros sobre el tema. Entonces ¿Por qué ese país no le pone nombre a los virus que van surgiendo en su entorno, y se los manda a los demás?
Viruela y bubones en el cine, como descrédito y advertencia mundial
La viruela del mono que ahora inquieta a la humanidad, tiene sus orígenes según primeros informes, en el Congo como se mencionó o en los bajos fondos de Nueva Orleans y es una especie de peste neumónica, como decantación de la Peste negra, la más letal que ha habido. Pese a ello los casos han sido controlados. Esa peste negra es la que provoca Pánico en las calles (1950), en aquella famosa película en la que el contaminador era, para no variar, un extranjero, un armenio. El hombre es asesinado y en sus análisis se descubre que tenía la peste negra. Eso causa una movilización enorme en la ciudadanía con un Richard Widmark y un Paul Douglas en plena efervescencia. Se trata de un filme que terminó en clásico con la dirección de Elia Kazán, el excelente director que fue delator anticomunista y participó con el macartismo. El filme partió de las publicaciones Quarantine y Some like de Edward Anhalt y Edna Anhalt, para hacer los guiones. Actúa también Jack Palance y el filme fue producido por la 20th Century Fox. Otras compañías hicieron lo mismo por ese tiempo y posteriormente a partir del surgimiento de virus y desde luego el Covid-19 ha dado para mucho en ese entorno. Hasta este momento la simple viruela, cuya vacuna infantil es obligada en la primera infancia junto con la de varicela y calificada de viruela loca en algunos lugares, no parece relacionarse con la viruela del mono, pero hay una alerta mundial que por su seriedad, no tiene nada que ver con la ficción.