El cine ha creado personajes icónicos y ha transformado nuestra visión de algunos actores, a quienes les asignamos características muy específicas retomadas de los trabajos histriónicos que han realizado. Verlos en una actitud diferente, con papeles que no coinciden con nuestra percepción, nos desconcierta, pero ¿qué sucede con los histriones que por su edad deben pasar a otro nivel? Justo eso es lo que nos lleva a cuestionarnos sobre el papel de Liam Neeson y su futuro como personaje rudo, del cual deja mucho que desear en “Asesino sin memoria” (Memory, 2022), dirigida por Martin Campbell (Casino Royale, 2006).
El filme narra la historia de un asesino a sueldo llamado Alex Lewis (Liam Neeson), quien descubre que se ha convertido en un objetivo después de que se niega a matar a una niña, obligado por sus códigos éticos, desafiando al Cártel para quien trabaja.
Así, Alex se vuelve un personaje de interés para el FBI, quienes ahora lo persiguen para conocer sobre el grupo delictivo en el que participa y su labor en la organización, aunque se percatan que está enfermo y que “se está volviendo loco”, pues olvida mucho de lo que acontece.
El papel en sí mismo deja ver un aspecto importante de la personalidad de Liam Neeson, quien con el paso del tiempo ha dejado de ser el hombre fuerte, atlético y con tremenda agilidad, que puede golpear a más de uno para conseguir sus objetivos, que en otros filmes eran la protección de la familia y la gente de bien y en esta cinta es una organización delictiva.
“Asesino sin memoria”, sin ser un grandioso largometraje en materia narrativa ni mucho menos en temas de actuación, puede convertirse en un parteaguas en la carrera del actor británico, pues las secuencias de acción extrema en las que se quita de encima a muchos sin realizar mucho esfuerzo pasarán a ser parte de la historia, para exigir del histrión un trabajo más fino, con papeles que requieran de más talento para convencer al público espectador.
Pareciera que la necesidad ha llevado a Neeson a protagonizar este filme; sin embargo, no hace diferencia. El trabajo de Guy Pearce como el agente del FBI Vincent Serra, que lleva el peso de la investigación en el filme, opaca su reciclado personaje y si a esto se le agrega la participación de Monica Bellucci como la empresaria Davana Sealman, involucrada en delitos deleznables, hace más evidente esta situación.
El largometraje es pues un buen intento de cinta de acción de las catalogadas como palomeras, que servirá sin duda para pasar un rato emocionante frente a la pantalla grande, sin embargo, va a ser muy complicado que deje huella en los espectadores.
Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico trejohector@gmail.com o sígame en mis redes sociales “Cinematografo04” en Facebook y Spotify, así como “Cinematgrafo04” (sin la “ó”) en Twitter.