Inflación pega a poblanos: compran menos alimentos y prescinden de otros

Inflación pega a poblanos: compran menos alimentos y prescinden de otros

Foto: Enfoque

La inflación ha generado un encarecimiento de la vida que pega a las personas en lo más básico: su alimentación. En Puebla, hay familias que deben de prescindir de ciertos alimentos y comprar hasta dos mil pesos menos en comida por el aumento de precios.

 

Imagen Poblana hizo una consulta sobre el precio promedio de los 40 artículos que componen la canasta básica, el aumento que han tenido sus precios en el último año y la repercusión de esto para miles de poblanos que apenas perciben el salario mínimo.

 

Los hallazgos fueron que la inflación ha provocado que todos los productos de la canasta básica subieran de precio en promedio entre el 10 y el 15 por ciento, incluyendo los más básicos y algunos que ciertamente se han vuelto prescindibles en la vida de las familias.

 

Por ejemplo, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en abril del año pasado el kilo de arroz costaba en Puebla 31 pesos, mientras que al cierre del mismo mes pero de este año su precio ya es de 36 pesos, es decir, cinco pesos más.

 

El mismo aumento hubo en el frijol negro, que en abril de hace un año costaba 35 pesos mientras que en el mismo mes de este 2022 ya tiene un precio promedio de 40 pesos el kilo.

 

La canasta básica contempla el maíz para masa, que aumentó de 7.75 pesos a 8.50 pesos el kilo, y la harina de maíz que subió de 16.50 pesos a 20.15; sin embargo, son insumos que muchas familias no compran.

 

Lo que la gente sí adquiere cotidianamente son las tortillas ya procesadas, las cuales aumentaron en promedio 4 pesos, pues hace un año costaban aproximadamente 15 pesos, mientras que este año se venden en 19 pesos por kilo.

 

Los productos básicos que más aumentaron son la carne de puerco y la de res. La primera subió 10 pesos pues hace un año en promedio el bistec de puerco costaba 79 pesos, mientras que este año oscila en los 89, en tanto que el bistec de res pasó de costar 179 a 192.5 pesos el kilo.

 

Aunque para muchas personas podría ser prescindible, lo cierto es que el café soluble no se puede eliminar de la noche a la mañana de la alacena. Así, comprar un kilo de café soluble de la marca Legal pasó de costar 277 pesos a 307.

 

En lo que hace al jitomate, que es básico para la elaboración de muchos alimentos, su precio en un año aumento 5.50 pesos, pasando de 17.50 a 23 pesos el kilo, mientras que el huevo ahora lo encuentras en promedio en 38 pesos el kilo, cuando hace un año costaba 36.

 

¿Cómo pega esto en los bolsillos?

 

Armando trabaja en una empresa maquiladora, gana 3,500 pesos al mes sin ningún tipo de prestaciones y el aumento de precios es algo que lo ha llevado a prescindir de muchos alimentos.

 

Debe ajustar lo que come porque no puede dejar de pagar los 1,500 pesos de renta que paga por un cuarto con una habitación. Tampoco puede dejar de pagar el transporte público que usan su hija y su esposa para ir a la escuela, mientras que él se mueve en bicicleta.

 

"El huevo, la verdad lo compramos sucio y tratamos de comprarlo al mayoreo con otra vecina para que nos salga más barato o de plano mejor no lo compramos. También reduces un poco las veces que puedes comer carne o pollo, mejor le entrar a las verduritas", explica con pena y preocupación por la situación económica que enfrenta con su familia.

 

Armando apenas gana 575 pesos más que el salario mínimo mensual, que es de 2,925.09 pesos según la Unidad de Medida y Actualización vigente para este 2022.

 

Lo que Armando gana es lo mismo que gana desde el 2020 que empezó a trabajar en la maquila, por lo que él no experimentó el aumento del salario mínimo que hubo del 2020 al 2021 y el del año pasado a éste. Digamos que lo único que pasa es que el salario mínimo lo está alcanzando a él.

 

La fruta es un lujo que la familia de Armando tampoco puede darse, pues a veces compran manzana o plátano, o según lo que se pueda cada vez que van a la recaudería.

 

En el último año Armando no ha cuantificado cuánto de alimentos ha dejado de comprar, solo sabe que ha dejado de comer ciertas cosas y que otras se han reducido de su dieta diaria.

 

Pero según las cifras promedio de precios al consumidor que reporta el Inegi, para comprar la mitad de los productos de la canasta básica dejando fuera cosas que no son vitales, un poblano necesitaba hace un año invertir 1,171.72 pesos pero en la actualidad requieren 1,290 pesos para comprar los mismos productos.

 

Si a esta lista se le sumaran artículos como pescado, galletas, cereal, pan de caja, pan de dulce, tostadas y otros artículos que están en la canasta básica, la cuenta subiría a 2,367 pesos en 2021 y 2,713 pesos en este 2022, es decir, 11 pesos menos del salario mínimo.

 

Armando reconoce que nunca ha comprado más de dos mil pesos en comida al mes, no por gusto, sino porque debe pagar su renta, el transporte, pagar luz, pagar celular y ni hablar de la ropa.

 

"A mí esposa le doy 200 o 250 pesos a la semana para la comida, no sé cómo le hace pero así sobrevivimos", explica y revela está situación de miles de familias que comprar hasta dos mil pesos menos del alimento que contempla la canasta básica en México.

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