Hay artistas visuales como Benjamín Alcántara, que trascienden su oficio a partir de una ratificación: en su caso, la del artesano mexicano. Parte de su labor se dedica a eso. La palabra maestro tiene una significación especial en México en torno al educador. Categorías como la del artesano, por ejemplo, no aparecen en esa definición, aunque ellos se la dan a los que la merecen en ese oficio. La Real Academia Española (RAE) y los diccionarios que andan por ahí, dan una lista larga de lo que es un maestro, pero le adjudican el nombre en forma de epíteto, también a las cosas. Y así puede ser útil tener en nuestras casas un martillo maestro o una sierra maestra. Conveniencias aparte, hay que destacar que el 15 de mayo se celebra al maestro mexicano, y el artesano aunque lo sea, tiene su propia fecha, el 19 de marzo. No hay una cifra concreta de los artesanos que hay en el país, aunque en 2018, el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías, (Fonart), la mencionaba en 12 millones. En 2019 el INEGI, informó que había registradas 489 mil 890 plazas de artesanos, que representaron el 19.1 de los ingresos provenientes del sector cultura. En 2020, en un encuentro internacional de artesanos, el Fomento Cultural Banamex dio como número en México, 4 millones. La cifra es muy variable porque cada artesanía se califica a nivel comunitario y los maestros y aprendices pueden ser diversos. Está la artesanía particular que se comercia entre conocidos que no trasciende en la economía oficial.
El artesano enseña ciencia, arte y oficio: Rae
Benjamín Alcántara no solo destaca el trabajo arduo que realiza el artesano, sino la limpidez de sus resultados. Arte en muchas ocasiones, de personas que provienen del pueblo. Creadores cuya calidad humana es notoria. A los que menosprecian la actividad artesanal privilegiando al que consideran artista, la propia RAE les lee la plana en su definición: artesano, señala, es la “Persona que enseña una ciencia, arte u oficio, o tiene talento para hacerlo”. Las expresiones son muchas y en ellas se decanta el conocimiento de la física, la química, la biología y otras ciencias. Aunque muchos no hayan ido a la escuela. Según los registros de los trabajos artesanales en el país, serían: alfarería y cerámica, fibras vegetales y textiles, maderas, maque y laca, instrumentos musicales y juguetería, cartón y papel, plástica popular, cerería y pirotecnia, metalistería, joyería y orfebrería, lapidaria, cantera y vidrio, talabartería, marronería, alimentos y dulces típicos.
Alcántara: el universo de Hefesto, con el fuego robado a los dioses
El artista visual Benjamín Alcántara ha dedicado parte de su trabajo a dar a conocer la labor artesanal. Lo ha expresado en el documental El Universo de Hefesto y hay un proyecto para convertir en libro todo ese esfuerzo. La maqueta del libro ya está y la ha mostrado. Es extraordinaria. Por largo tiempo ha visitado regiones para volcar en sus fotografías y en sus historias, la vida de muchos seres que a partir de un rudo trabajo logran extraer de la tierra y de la naturaleza lo que después se nos presenta como una artesanía. El largo y acucioso trabajo de la fibra, por ejemplo, para llegar al resultado del mecate, la soga. O el permanente golpear de la piedra en una mina, para extraer el brillo que después lucirá como sortija una hermosa mano ¿Cómo se produce el fuego que Prometeo donó a los hombres? Ellos han compartido con el titán griego los secretos a través de la pirotecnia ¿cómo se hacen las cuerdas que insertas en una guitarra llevarán tierna serenata a una amada? ¿cómo se producen el papel, los textiles, el vidrio, la laca? Y así muchos oficios y artes que domina el artesano. Alcántara, maestro en historia del arte por la UNAM, y miembro del sistema nacional de creadores (Fonca), cree que el trabajo del artesano a veces minimizado, debe pasar a un primer lugar de la creación, no solo como un esfuerzo humano de la transformación de las cosas, sino por la utilidad y la belleza que se desprende de esa ocupación. Son maestros, pues.