El famoso actor y activista James Cromwell participó en una protesta organizada por el grupo defensor de los derechos de los animales PETA, por lo que pegó su mano al mostrador de una cafetería Starbucks en el centro de Manhattan, Nueva York. El motivo de la manifestación era expresar el rechazo hacia los cobros extra que hace la cadena de cafeterías por el uso de leche vegana en sus productos.
La organización de defensa animal compartió diversos videos de la protesta en redes sociales, en ellos, se puede ver al actor, de 82 años, sentado junto a un hombre, ambos con una de sus manos pegada en la superficie del mostrador, además, están acompañados por varios activistas que sostienen carteles en contra de la política de Starbucks.
"¿Dejarán de cobrar más por la leche vegana? ¿Cuándo dejarán de obtener enormes ganancias mientras los clientes, los animales y el medioambiente sufren?", expresó el actor durante un discurso. Cromwell, conocido por la película “Babe” que le valió una nominación al Oscar, aseguró que este cargo no tiene sentido, pues afecta a las vacas que están obligadas a reproducirse para cumplir con la demanda de leche y luego ser separadas de sus crías.
This is how you get an animal rights message to STICK!
— PETA (@peta) May 10, 2022
James Cromwell joined PETA’s campaign and glued himself to a @Starbucks counter to call on the company to stop charging extra for animal and earth-friendly vegan milks! pic.twitter.com/N9aitSQHSm
"Las vacas producen leche por la misma razón que los humanos: para nutrir a sus crías. Pero en la industria láctea, dan a luz y les quitan a sus bebés casi de inmediato para que se pueda vender su leche. Las madres vacas lloran por sus crías durante días", agregó el intérprete.
Tras las protestas de los activistas, varios agentes de la policía llegaron al establecimiento, por lo que el local tuvo que cerrar y la manifestación concluyó. Las autoridades locales informaron que no hubo arrestos. Finalmente, Starbucks lanzó un comunicado en el que aseguró que respeta los derechos de sus clientes a expresar sus ideas y opiniones, “siempre y cuando no interrumpan las operaciones de sus tiendas”.