Patrisse Cullors, quien es conocida por ser la cofundadora del movimiento Black Lives Matters, admitió haber mentido cuando dijo que nunca utilizó la mansión de 6 millones de dólares situada en Los Ángeles (EU) para fines personales, pues llegó a usarla hasta en dos ocasiones.
La mujer explicó que usó la mansión por primera vez en enero de 2021 para brindar por la toma de posesión de Joe Biden y Kamala Harris como presidente y vicepresidenta del país. Además, admitió haber utilizado la residencia para celebrar la fiesta de cumpleaños de su hijo. Cullors aceptó que sus acciones no fueron correctas, pues han provocado que mucha gente pierda la confianza en el movimiento.
Anteriormente, la activista había negado rotundamente haber usado para fines personales la propiedad, que fue comprada en octubre de 2020 con dinero en efectivo que se recaudó a través de donaciones.
La co-fundadora de Black Lives Matter quien afirma que la eliminación de la Policía,y las cárceles,es el propósito de la fundación,acepta que utilizó la mansión de $6M de BLM para fiestas para celebrar el cumpleaños de su hijo,y la inauguración de Biden https://t.co/BRHwollCyA
— teiifttomas (@Islandia35Tomas) May 10, 2022
De acuerdo con información de diversos medios, la mansión fue adquirida en secreto por Dyane Pascall, un desarrollador inmobiliario local vinculado a Black Lives Matter Global Network Foundation y días después, fue transferida a una sociedad de responsabilidad limitada de Delaware controlada por la fundación por casi 6 millones de dólares.
Se trata de un inmueble de lujo que cuenta con seis habitaciones, una piscina, estudio de sonido, diversas chimeneas y un estacionamiento con capacidad para más de 20 vehículos. Según Shalomyah Bowers, miembro de la junta directiva del movimiento, la residencia fue comprada "con la intención de que sirviera como espacio de alojamiento y estudio para los destinatarios de la beca Black Joy Creators Fellowship", que fue creada para que los creadores de contenido negros tuvieran la posibilidad de trabajar en un ambiente creativo por la lucha de las desigualdades raciales.
La adquisición de la mansión desató una serie de críticas en contra de las prácticas financieras de los directivos de la fundación, que han sido cuestionadas en muchas ocasiones durante los últimos meses.