Este fin de semana, la Liga MX tendrá su etapa de repechaje, donde ocho equipos buscarán cuatro boletos para la etapa de cuartos de final, sistema de competencia que según muchas voces fomenta la mediocridad en el futbol mexicano.
Desde hace ya dos años se lleva a cabo este repechaje, donde los equipos que están de la posición cinco a la ocho en la tabla general ponen en riesgo su buen torneo ante clubes que no fueron regulares.
Ejemplo es lo que vivirá el Puebla de la Franja, que durante gran parte del torneo fue de los líderes y por una mala racha cayó al quinto lugar de la tabla general, posición que hasta hace unos torneos le aseguraba un lugar en la fiesta grande.
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Ahora, deberá buscar su clasificación a un juego único ante el mediocre Mazatlán, que con solo 21 puntos y un torneo totalmente irregular se metió al repechaje, gracias a lo que León dejó de hacer, más que por méritos propios.
Así como Puebla, Guadalajara, Monterrey y Cruz Azul también se pondrán en riesgo ante Necaxa, Atlético de San Luis y Pumas, que no hicieron méritos suficientes para estar en la Liguilla del futbol mexicano.
Este sistema de competencia ha provocado que equipos con mejor desempeño se queden fuera de la Liguilla. Basta recordar cuando Puebla estuvo en el otro lado de la moneda, pues clasificó como lugar 12 de la general en el Apertura 2020 y eliminó en repechaje a Monterrey, que fue quinto.
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El repechaje solo se puede entender como una manera de generar ganancias tanto para los clubes como para las televisoras y patrocinadores, pues el morbo que envuelve esta fase, que se juega a un partido único, vende muy bien.
Además, da la oportunidad de que la Liguilla se alargue y se mantenga más el interés de la afición en esta fase del futbol mexicano, pese a que en lo deportivo no sea tan adecuado.
Y es que el castigo va también increíblemente a los equipos que clasificaron de manera directa, pues tendrán una pausa de una semana que podría pesar en la etapa de cuartos de final.