Los integrantes de la orquesta juvenil de instrumentos rusos Terema interpretaron canciones de la banda ABBA frente al Consulado de Suecia en San Petersburgo. De esta manera protestan contra la cancelación del concierto de un grupo musical sueco porque estos tocan con instrumentos folclóricos rusos.
"Fue algo improvisado debido a que a la banda Södra bergens balalaikor se le prohibió presentarse en un concierto en la ciudad de Upsala en Suecia porque toca con balalaikas. Nos dolió un poco, porque la música es un arte eterno, debería estar fuera del tiempo, fuera de la política y los instrumentos folclóricos rusos que tocamos son parte del patrimonio mundial", contó a Sputnik el director de la orquesta Terema, Andréi Dolgov.
La balalaika es un tradicional instrumento musical ruso, similar a una guitarra, está compuesto de tres cuerdas y una caja triangular.
Los músicos de Terema interpretaron dos éxitos del grupo sueco ABBA: Dancing Queen y Gimme! Gimme! Gimme! Para eso tocaron tres balalaikas primas, una balalaika segunda, así como una balalaika alto y una balalaika de contrabajo.
Desde el inicio de la operación rusa en Ucrania, han sido numerosos los casos de censura y cancelación de los exponentes culturales rusos en Occidente. Así, la Galería Nacional de Londres cambió el nombre del cuadro Bailarinas rusas del impresionista francés Edgar Degas por Bailarinas ucranianas. El teatro milanés La Scala sacó de su repertorio al director Valeri Guergiev y a la diva de la ópera Anna Netrebko. En otra ocasión, la Universidad Bicocca de Milán intentó cancelar una serie de cuatro conferencias sobre el escritor ruso Fiódor Dostoyevski basadas en el libro La increíble vida de Fiódor Dostoyevski del escritor italiano Paolo Nori.
