El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, se presentó este miércoles como la víctima de "una caza" tras la publicación de información que muestra cómo se gestó el traslado de la Supercopa de España a Arabia Saudí, una operación que le benefició económicamente tanto a él como a la empresa de Gerard Piqué, jugador del FC Barcelona.
"Se han dicho muchas cosas y pocas o ninguna son ciertas. La gestión de la Federación es clara, transparente, limpia, honesta y sobre todo beneficiosa para el fútbol español", dijo Rubiales en una rueda de prensa para responder a la polémica.
Según información publicada por El Confidencial –que incluye los audios de conversaciones privadas entre Rubiales y Piqué, supuestamente conseguidas tras un ciberataque a la RFEF– ambos presionaron a las autoridades de Arabia Saudí para asegurarse un importante beneficio económico con el traslado de la competición fuera de España.
La labor de Piqué fue poner en contacto a la RFEF con las autoridades saudíes, por lo que su empresa fue recompensada con el pago de cuatro millones anuales durante seis años. Por su parte, la RFEF ingresa hasta 40 millones de euros anuales por llevar la competición a Arabia, lo que dispara el sueldo de Rubiales, cuyo salario varía en función de los ingresos del ente.
Uno de los puntos más polémicos del acuerdo es que las autoridades saudíes abonan a la RFEF una cantidad variable en función de qué equipos jueguen la Supercopa, pagando una cantidad notablemente mayor si Real Madrid o FC Barcelona se clasifican para la competición.
Es decir, que el salario de Rubiales, y los ingresos de la propia federación –que entre otras cosas se encarga de la designación de árbitros o el diseño del calendario para las competiciones de Liga y Copa– aumentan si esos clubes obtienen buenos resultados a lo largo del año, lo que levantó suspicacias por la posible existencia de un conflicto de intereses.
En su rueda de prensa, Rubiales afirmó que el acuerdo es completamente legal y defendió que la empresa de Piqué se lleve una comisión por facilitarlo, ya que no lo hace a través de la RFEF, sino de las autoridades saudíes.
"¿Si un intermediario cobra un 10 por ciento de toda la operación está en mercado? Sí ¿Es legal? Sí... el resto es demagogia por la cantidad económica", afirmó.
A lo largo de su comparecencia, Rubiales dijo ser víctima de una campaña de acoso por parte de elementos "mafiosos" y hasta llegó a afirmar que vive con miedo de que "el día de mañana metan un saco de cocaína" en el maletero de su coche.
El presidente de la RFEF también se defendió de las críticas por trasladar la Supercopa a un país con un amplio historial de violaciones de derechos humanos como Arabia Saudí, afirmando que gracias al acuerdo se lograron avances como "conseguir que las mujeres puedan ir a los campos y sentándose donde quieran".
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