Pese a las dantescas imágenes que dejó la pelea campal entre aficionados en el Estadio Corregidora hace más de un mes, la violencia en el futbol mexicano sigue imparable dentro y fuera de la cancha.
En las últimas semanas, el llamado a la no violencia ha pasado a segundo término, pues se han registrado conflictos entre futbolistas y aficionados que en nada abonan a regresar la tranquilidad a las tribunas del balompié azteca.