Estamos en el punto más alto de la temporada de calor en México, momento en el que todos queremos tener a nuestro lado una buena bebida refrescante que nos ayude a combatir este clima que nos hace casi derretirnos.
Por supuesto, muchos pensarán que lo mejor es una cerveza helada, un refresco con mucho hielo o incluso la bien conocida “cubita sudada”, pero no siempre las bebidas refrescantes deben ir acompañadas de alcohol, mucho menos en un país como México.
El maíz y el cacao nos dan la oportunidad de probar alguna de las bebidas ancestrales que tenemos en nuestro país y que son altamente refrescantes, además de que no solo combaten el calor, sino que nos hacen recuperar las energías perdidas.
Debemos comenzar con el Tejuino, una bebida hecha a base de maíz fermentado y piloncillo, que acompañada a veces por hielos se convierte en un elixir delicioso “anticalor”. Esta bebida se sirve en los estados de Jalisco, Nayarit, Colima, Michoacán y en algunas regiones de Oaxaca.
Directamente de Oaxaca encontramos el Tejate, una bebida hecha a base de maíz nixtamalizado, cacao, flor de rosita y semilla de mamey. Además de refrescante, esta bebida oaxaqueña nos ayuda a recuperar la energía perdida.
El Tascalate, proveniente de Chiapas, está hecho con maíz cocido, cacao, achiote, haba, azúcar y canela, bebida que por años ha ayudado a los pobladores de esta región a combatir el intenso calor que se siente prácticamente todo el año en gran parte de este estado.
Chiapas comparte con Tabasco el llamado y bien conocido Pozol, una bebida que se puede encontrar en muchas partes de México y que tiene como ingredientes maíz nixtamalizado, cacao y canela.
Finalmente encontramos en Tlaxcala el Cacahuatole, una bebida elaborada a base de maíz tostado, anís, canela, haba y azúcar, altamente refrescante para esta ola de calor que vivimos.