Debido a la hostilidad que la mayoría de países europeos han mostrado en contra de la Federación Rusa de Futbol (RFU) y a las diversas sanciones que la UEFA ha implementado a raíz de la invasión a Ucrania, la RFU se está planteando mandar a sus equipos a jugar en la Confederación Asiática (AFC).
De acuerdo con el periodista ruso Nobel Arustamyan, la Federación de aquel país ha contemplado seriamente la posibilidad de abandonar la UEFA y que sus selecciones y equipos compitan en Asia. Los directivos rusos creen que es probable que las selecciones y clubes de Europa no quieran jugar en contra de Rusia durante los próximos años y entienden que en Asia no existe ese tipo de presión en su contra.
En caso de que se concrete ese cambio, Rusia estaría siguiendo los pasos de Israel, que tras ser expulsado de la Federación Asiática, se unió a la UEFA en 1994. Tras el comienzo de la guerra en Ucrania, a la selección rusa se le impidió disputar el repechaje para el Mundial de Qatar, además, a todos sus clubes se les expulsó de las competencias europeas.
Las medidas que tomará la RFU dependerán en gran medida de la postura que la FIFA adopte durante su congreso, que se llevará a cabo este jueves 31 de marzo en Doha, Qatar. Previamente se había señalado que la FIFA no tenía intención de discutir el tema de las sanciones a Rusia durante esta reunión, pero recientemente se reveló que varias federaciones europeas solicitaron que se debata acerca de este tópico.
Esas sanciones, podrían ir desde una inhabilitación durante dos años, que podría ser recurrida por Rusia para obtener una suspensión de esa pena, o una sanción indefinida. Según Arustamyan, si se produce una suspensión indefinida, la federación rusa decidirá abandonar la UEFA y jugar en la Confederación Asiática cuando se levante esa sanción.
Este cambio supondría un bajón en el nivel del futbol ruso, pues los clubes y selecciones se enfrentarían con rivales de menor calidad, por lo que esto afectaría los intereses de deportistas y directivos.