El dulce y amargo regreso a clases presenciales

El dulce y amargo regreso a clases presenciales

Foto: Enfoque

Dos años se cumplieron desde que la manera de impartir clases en México cambió radicalmente a raíz de la pandemia de COVID-19, que obligó a los estudiantes a recibir clases virtuales debido al alto riesgo que existía de contagios en todo el país.

 

Aunque desde hace ya varios meses se determinó un regreso presencial a clases, se mantuvo el sistema híbrido, es decir, se dividieron los grupos para que los estudiantes tuvieran la oportunidad de decidir si seguían con las clases virtuales o regresaban a las aulas.

 

Sin embargo, esto llegará a su fin al menos en Puebla, luego de que el gobernador Luis Miguel Barbosa anunció que después de las vacaciones de Semana Santa, todos los estudiantes de la entidad regresarán a clases presenciales, cancelando de esta manera el modelo híbrido.

 

 

Con este anuncio, estudiantes y padres de familia tendrán un dulce, pero también amargo retorno a las aulas, pues aunque se vuelve un poco a la normalidad perdida por la crisis sanitaria, los paterfamilias y alumnos tendrán que enfrentar algunas dificultades.

 

En el lado dulce encontramos que los padres de familia finalmente tendrán un lugar seguro donde dejar a sus hijos, pues muchos debían recurrir a familiares para que cuidaran a los niños mientras que salían a trabajar. Lo anterior viene de la mano con un lado amargo, ya que tendrán hacerse espacio para ir a dejar y a recoger a sus hijos a las escuelas.

 

Los padres de familia podrán finalmente ver avances en la educación de sus niños, que se vio un tanto bloqueada por la manera de recibir clases; no obstante, deberán desembolsar una buena cantidad de dinero para la compra de útiles y uniformes escolares, además de pasajes para aquellos estudiantes que se van y regresan solos a casa.

 

Los alumnos, por su parte, volverán a una rutina que les permitirá dejar de lado el aburrimiento que vivían en casa, además de que recibirán una educación directa. La mala noticia es que muchos regresarán con un evidente rezago que necesitará de un mayor esfuerzo de padres, alumnos y maestros para resarcirlo.

 

 

Sea como sea, el regreso presencial a clases de todos los estudiantes no deja de ser una buena noticia para alumnos, padres y maestros, pues es urgente que se retome la normalidad educativa tras la pandemia.

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