¿Qué hubieran hecho ustedes?

¿Qué hubieran hecho ustedes?

¿Qué hubieran hecho ustedes? Fue la frase con la que Enrique Peña Nieto justificaba el mega gasolinazo de aquel enero de 2017 que llevó a saqueos y disturbios. El precio del petróleo y las gasolinas habían escalado internacionalmente, en México el aumentó fue de 20%. Hoy se vive una situación más grave por la guerra Rusia-Ucrania, ¿qué diferencias tenemos?

 

Para los que dudan de las diferencias entre aplicar políticas neoliberales o políticas sociales, el caso comparativo de los precios internacionales del petróleo de 2017 y 2022 puede ser un ejemplo que ayude a la comprensión. En 2017 el precio del petróleo acumuló un crecimiento interanual del 60% y como consecuencia el precio de la gasolina en México aumentó 20%. Este año el precio del petróleo acumula más del 100% de aumento y la gasolina en el país ha aumentado apenas 3% en promedio. El cambio radica en que el gobierno actual aplica una política fiscal expansiva que eliminó el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).

 

Además de los saqueos y del descontento social, el gasolinazo de 2017 provocó un aumento de la inflación sin precedente, también significó el cambio en la tendencia de crecimiento, ya que es el momento en que cambia la pendiente del PIB hacia un sentido negativo. Peña Nieto dejó la economía en un estado desastroso.

 

Una de las principales críticas que le hacen al gobierno de Andrés Manuel es que no ha cumplido su promesa de campaña de no aumentar el precio de las gasolinas. Hay que decir una cosa cierta, en este sexenio no ha habido gasolinazos, pero ¿qué tanto ha aumentado el precio? Dado que los cambios en los precios suelen causar un efecto de “ilusión monetaria”, en economía se deben convertir los precios nominales o precios corrientes en precio constantes o reales, se hace mediante un deflactor que es un índice que permite quitar el efecto inflacionario.

 

 

Elaboración propia con datos de CRE y deflactor del PIB (INEGI)

 

Al obtener los precios reales de la gasolina regular (Magna) podemos comprobar que hoy pagamos una gasolina más barata que durante el último mes del sexenio de Peña Nieto. En la gráfica 1 mostramos un índice de precios de la gasolina donde asignamos como base noviembre de 2018=100. Hoy la gasolina está más de 5 puntos base por debajo del sexenio anterior. Es decir, en términos reales la gasolina no ha aumentado, el presidente ha cumplido su promesa.

 

 

Otra forma de comprobarlo es comparándo con el poder adquisitivo de los salarios. En noviembre de 2018 el salario mínimo alcanzaba para comprar 4.3 litros de gasolina; actualmente alcanza para 8.1 litros. Los salarios aumentaron casi al 100% su poder adquisitivo con respecto a las gasolinas.

 

¿Pero que ha pasado en otros países? Circula en redes sociales una gráfica comparativa del precio de la gasolina entre nuestro país y otros. Se destaca que después de Venezuela, México tiene la gasolina más barata. Algunas críticas que le han hecho a esa gráfica es que no considera el nivel de vida diferente entre países. Tienen razón, por ello nos dimos a la tarea de considerarlo.

 

En economía para quitar los efectos diferenciados en el nivel de vida, que reflejan diferentes inflaciones entre países, se utiliza un Factor de Conversión de Paridad de Poder Adquisitivo (PPA) que consiste en convertir a dólares los precios dados en moneda local tomando en cuenta el poder de compra de un dólar en cada país y en Estados Unidos. En la gráfica 2 se muestran los resultados. Se observa que México no tiene gasolinas más baratas que Estados Unidos o China, pero sí es más barata en términos reales y comparativos que en Francia, Brasil, España, Alemania o Argentina.

 

Elaboración propia con datos de Banco Mundial y Global Petrol Prices

 

Esto comprueba de forma científica que en México pagamos en términos reales una gasolina más barata que en otros países y es más barata que la que pagábamos en 2018. Mientras en Europa el pueblo pasa penurias y se incrementa la cifra de pobreza, en nuestro país, a pesar de las duras condiciones se ha contenido el alza de los combustibles y con ello se alivia la presión inflacionaria. Por eso y muchas cosas más, ¡que no vuelva el neoliberalismo jamás!

 

*Profesor-Investigador Universidad de Quintana Roo

 

Miembro del Sistema Nacional de Investigadores

Twitter: @BandalaCarlos