
Las empresas alemanas de automóviles BMW y Volkswagen anunciaron la suspensión obligada de la producción de vehículos en algunas plantas europeas, debido a la escasez de un importante componente que habitualmente es fabricado en Ucrania.
La producción se ha visto afectada por la carencia de “mazos de cable”, un componente fundamental que está conformado por terminales y conectores que recorren todo el coche y conectan entre sí diferentes partes del vehículo. Estos conectores son similares al sistema nervioso central del ser humano, y a través de ellos, pasa toda la energía necesaria para el funcionamiento del coche, por lo que la fabricación sin este componente es imposible.
Ucrania se convirtió en uno de los fabricantes y exportadores más importantes de mazos de cable para la Unión Europea, gracias a su mano de obra barata y calificada. De acuerdo con estimaciones de la firma de consultoría AlixPartners, los mazos de cable fueron el componente automovilístico más exportado a la UE desde Ucrania y correspondían a un 7 % de todas las importaciones de esta pieza.
???????????? #BMW y #Volkswagen suspenden la producción en las fábricas de toda Europa, debido a la escasez de piezas importadas de #Ucrania. @FinancialTimes pic.twitter.com/2w1BnFoJAM
— ⚜GeR???????? (@Geryco_81) March 16, 2022
Ucrania cuenta con 17 instalaciones de fabricación de mazos de cable, lo que sitúa al país en el tercer lugar en el mundo después de Rumanía y Marruecos. La intervención militar rusa ha provocado un cierre parcial de las plantas ucranianas, algo que ha puesto en riesgo la fabricación de coches en toda Europa.
Por otro lado, la distribución de este componente también se ha visto afectada, pues cada vez es más complicado transportar las piezas a las plantas europeas debido a la escasez de camioneros y las dificultades para cruzar la frontera. Se sabe que Volkswagen Group ya ha comenzado a buscar diferentes proveedores en países de Europa del Este, África septentrional, México y, potencialmente, China, mientras que BMW también está negociando con otros fabricantes.
En caso de que las empresas logren encontrar nuevos distribuidores, estos componentes no pueden ser reemplazados de inmediato, pues además de que son hechos a medida para cada modelo de auto, su fabricación implica también la compra y la instalación de la maquinaria, un proceso que podría demorar meses. El panorama luce complicado para las empresas automotrices en Europa, incluso, se estima que la carencia de los mazos de cable ucranianos podría afectar entre el 10 y el 15 % de la industria en la región.