La violencia en México está alcanzando niveles simplemente preocupantes. Todos los días se conoce de algún hecho en que hay lesionados y en muchos casos muertes.
En Puebla, ejecutaron a personas en Atlixco y Ciudad Serdán. Sin importar si son o no delincuentes, el hecho violento es el que nos debe preocupar.
En Michoacán, mataron a 17 personas en un funeral. Los formaron y los fusilaron, como se hacía en tiempos sin ley.
Vaya, ni el futbol se escapa, pues ya vimos lo que sucedió en Querétaro y pese a los tontos llamados a erradicar la violencia por parte de la Liga MX, un grupo de idiotas se agarró a golpes afuera del Estadio Akron, previo al Clásico entre Chivas y América.
Uno diría que se daría un golpe a la mesa y se tomarían decisiones contundentes para frenar esta escalada en la violencia, pero en cambio se dan excusas, se reparten culpas y se toman estrategias francamente estúpidas.
El ocupante de Palacio Nacional prefiere, como siempre, culpar a los gobiernos pasados de lo que sucede en México, en lugar de asumir su responsabilidad, algo que no ha hecho en tres años de gobierno.
Eso sí, la medición de popularidad del señor López, mal llamada consulta de revocación de mandato, va porque va.
El “abrazos, no balazos” del presidente ha perdido total sentido (nunca lo tuvo realmente), pues vemos que en México no hay acciones que protejan a la sociedad de esta creciente violencia.
Los estadios eran escenario para la convivencia familiar y hoy son focos rojos donde se dice que hasta presencia del crimen organizado hay.
Ante esto la Federación Mexicana de Futbol (FMF) y la Liga MX emulan al presidente y adoptan medidas propias del “abrazos, no balazos”.
Con una ridícula pausa al minuto 62 de los partidos para que jugadores y árbitros se abracen como grandes amigos, creen que pararán la violencia en los estadios.
No, señores, hacen falta acciones reales que vayan contra estos criminales que han robado la tranquilidad a los mexicanos en todos los rincones del país, eso de acusarlos con sus mamás no es suficiente.
Sobre todo porque ya hay una “Ley Chancla” que prohíbe a las mamás darles sus nalgadas a estos pelafustanes cuando se portan mal.