Desde hace unos años, muchos futbolistas que militan en la Liga MX se han convertido más en figuras de aparador que en verdaderos atletas que defienden una playera, recibiendo en diversas ocasiones el mote de vedettes.
Y es que es cada vez más frecuente ver a futbolistas más preocupados por su corte de cabello, por la talla de su playera y por mostrar sus tatuajes que por jugar, lo que va en contra del espectáculo que debe dar este deporte.
Tomando como ejemplo a jugadores del América, el exfutbolista Luis Roberto Alves “Zague” sentenció que los jugadores de este club son “frágiles y timoratos”, lo que tiene a las Águilas en el fondo de la tabla general.
Muchos me han preguntado qué opino sobre este América. Ahí les va mi sentir ???????? pic.twitter.com/dJ3Nn2EXGx
— Zague (@LRZague) March 2, 2022
“Zague” es de los últimos futbolistas con argumentos para criticar a los jugadores actuales, pues durante su carrera se mostró como un elemento que puso por encima a los clubes que defendió y dejó de lado situaciones frívolas.
Así comienza mi amor por el equipo más grande de México.https://t.co/Q56rrRAAcj pic.twitter.com/d5clnlbHec
— Zague (@LRZague) February 23, 2022
Lo dicho por “Zague” sin duda aplica a toda la Liga MX actual, pues gran parte de los futbolistas no solo están más interesados en su propio marketing, sino que se han vuelto deportistas que van en contra del juego limpio con diversas acciones.
De esta manera, vemos a jugadores marrulleros que hacen todo en la cancha, menos jugar futbol, buscando siempre fingir faltas y haciendo tiempo, lo que luego es tomado como una estrategia para sacar resultados.
Todo esto va en detrimento del espectáculo que esperan los aficionados, que también se ven perjudicados con actitudes en su contra por parte de futbolistas, pues ven por debajo del hombro a las personas que los consideran ídolos.
Hoy en día quedan pocos futbolistas que en verdad están enfocados en comportarse como profesionales dentro y fuera de la cancha y el ejemplo es lo que sucede en la Selección Mexicana, plagada de jugadores “marketineros” y “timoratos”.