El Abierto Mexicano de Tenis que se disputa en Acapulco fue escenario de una acción antideportiva que será recordada por muchos años, luego de que el alemán Alexander Zverev destrozara su raqueta en la silla del juez, en un evidente intento de intimidación.
Las consecuencias para Zverev no tardaron en llegar y con esto hizo recordar otros episodios donde deportistas han perdido la cabeza, demostrando que no controlan sus impulsos.
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