Pese a que las autoridades habían determinado que la muerte del futbolista fue causada por la caída del avión en el que viajaba, el médico Basil Purdue declaró que Salas fue envenenado antes del accidente, provocando que el sujeto no estuviera consciente al momento del impacto.
Durante el juicio que se llevó a cabo en la corte de Bournemouth para esclarecer el incidente aéreo, Purdue afirmó que no solo el futbolista había sido envenenado durante el vuelo puesto que el “monóxido de carbono” habría llegado incluso al piloto.
Investigaciones del 2019 afirmaban que el cuerpo de Salas “tenía un alto nivel de saturación de COHb (el producto combinado de monóxido de carbono y hemoglobina)”. Y, en algunas tablas presentadas por expertos, el nivel al que los pasajeros habían sido expuestos era mayor al 58%, una cantidad que podría causar infartos o convulsiones.
Si bien el médico confirmó que la causa final de muerte de Emiliano Salas fueron las lesiones del impacto, afirmó que el envenenamiento habría sido una de las razones principales del accidente. Esta sustancia fue emitida por el mismo avión y suele ser uno de los altercados que más preocupan a las aerolíneas.
El accidente ocurrió la noche del 21 de enero del 2019, sobre el Canal de la Mancha. La aeronave fue localizada en los primeros días de febrero del mismo año y se estima que el juicio - llevado a cabo este año- durará de dos a tres meses.
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