Hasta hace unos años, todos los equipos de la Liga Mexicana contaban con uniformes sobrios y sin diseños que pudieran confundir o resultar ajenos a la tradición de cada club, como los que de hecho se llegan a ver en la actualidad.
En la década de los 80’s, 90’s y aún en los primeros 10 años del nuevo milenio se veía a los clubes con un uniforme de local y uno de visita con los colores invertidos, algo que le daba seriedad a los equipos y que se apreciaba hasta en la Selección Nacional de México.