Al sonido del caracol, tambores y cascabeles comenzó en los canales de Xochimilco, al sur de la Ciudad de México, el ritual para llamar al dios Xólotl. El miércoles, más de 200 ajolotes negros fueron liberados en su hábitat natural, para preservar la especie que llegó a estar en peligro de extinción.
Una de las principales acciones para la conservación del ajolote es la creación de ajolotarios en las diversas alcaldías de la capital mexicana, de donde proceden los ejemplares liberados en el "Ajolotón".
Los ajolotes, además, están siendo estudiados científicamente, debido a su capacidad para regenerar algunas partes de su cuerpo. Debido al grave deterioro de su hábitat, el ajolote es considerado "en protección especial" como medida precautoria para su conservación.
