Champions League, futbol “champagne” que empaña a Concachampions

Esta semana se reactivaron los torneos internacionales de futbol, que entraron en su fase decisiva tanto en el continente europeo como americano con la UEFA Champions League y la Liga de Campeones de la CONCACAF, respectivamente.

Lo anterior no significa que el buen futbol esté presente en ambos torneos, pues la diferencia de calidad es evidente en cada uno de los encuentros que se han dado, pasando del futbol “champagne” europeo al deficiente centroamericano.

En Champions League se pudo ver un duelo vertiginoso entre el Paris Saint-Germain y el Real Madrid, donde los parisinos hicieron gala de un futbol ofensivo que se topó con una muralla blanca que fue derribada hasta los últimos minutos.

También encontramos el poderío de los clubes ingleses, comenzando con el Manchester City, que goleó y prácticamente sentenció la eliminatoria, mismo caso del Liverpool, que fue más que el Inter de Milán y derrotó a los italianos 0-2 a domicilio.

Mientras eso sucedía en Europa, en la CONCACAF se vieron partidos que reflejan el bajo nivel futbolístico de la zona, pues salvo los equipos mexicanos y uno que otro de la MLS, todos los clubes dieron pena en sus respectivos juegos.

Incluso se pudo ver nuevamente en escena a viejos conocidos de la afición mexicana como Luis Ángel Landín, quien siendo estrella del club guatemalteco Guastatoya, no pudo evitar la derrota ante el León, que jugó con equipo suplente.

A los clubes mexicanos Santos y Cruz Azul se les complicaron de más los débiles Montreal y Forge FC, mientras que los Pumas de la UNAM solo lograron el empate ante el Saprissa de Costa Rica, en juegos dignos de Liga de Expansión MX.

Hasta la Europa League se muestra con mucho más nivel que la Concachampions, pues se tiene como gran atractivo al FC Barcelona y a clubes como el Napoli, donde juega el mexicano Hirving Lozano.

Triste resulta entonces la realidad del futbol de la zona norte y centro de América, comparada con el gran nivel que se tiene en Europa, donde el juego menos interesante resulta muy superior al partido estelar de Concachampions.