Fallece a los 97 años el científico mexicano Ruy Pérez Tamayo

Fallece a los 97 años el científico mexicano Ruy Pérez Tamayo

El científico, patólogo e investigador mexicano Ruy Pérez Tamayo falleció a los 97 años, informó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). 

 

El científico con mayor trayectoria y relevancia de México murió por razones desconocidas en Ensenada, Baja California. Su pérdida se traduce en una enorme ausencia para la comunidad científica y académica de América Latina. 

 

Gracias a él, se entendieron y describieron a profundidad las características de enfermedades como la aterosclerosis, los tumores del corazón y pericardio, el carcinoma primario del hígado, la tuberculosis, la cirrosis intersticial difusa y el carcinoma bronquiolo-alveolar, de acuerdo con información del Colegio Nacional, del que era miembro. 

 

Sin embargo, fue su vocación por una medicina con perspectiva social la que lo convirtió en un científico multidisciplinario que no se resguardó sólo en las tareas de laboratorio. 

 

"El modelo social de la medicina representa, en mi opinión, la mejor estructura concebible para darle buen servicio médico a una población. Es decir, que los recursos provengan de toda la población y que sean aprovechados por los sectores que lo necesitan", dijo Pérez Tamayo en una entrevista con Letras Libres. 

 

Fue un gran crítico del método que utilizó el modelo capitalista para apropiarse, desde mediados del siglo XX, de los servicios médicos de todo el mundo. 

 

"La medicina, en toda su historia, nunca fue cara. Empezó a transformarse de un servicio en un negocio a mediados del siglo pasado, cuando los empresarios descubrieron que tenían un mercado cautivo", aseguraba. 

 

Gracias a él también se comprendieron mejor enfermedades como la neumonitis reumática, el reticulosarcoma de partes blandas, el mesotelioma pleural, la amibiasis cutánea, la criptococosis y muchas otras, de acuerdo con información de la UNAM y del Colegio Nacional. 

 

"Los empresarios empezaron a generar tecnología de primerísimo nivel, que es una maravilla, y a transformar la práctica de la medicina. Los hospitales privados, los laboratorios clínicos privados comenzaron a complicarse y a hacerse cada vez más caros. Y luego empezaron a surgir los seguros. Y entonces la relación ya no fue sólo entre paciente y médico sino entre el médico, el paciente y la compañía de seguros", dijo Pérez Tamayo. 

 

Para él, las compañías de seguros son en realidad quienes "ejercen" la medicina en la actualidad, porque "le dicen al paciente qué médicos te pueden ver, que exámenes te pueden hacer, a qué clase de hospital puedes acudir y qué está excluido. Entonces están ejerciendo la medicina; la ejerce el contador de la compañía de seguros. En Estados Unidos esto llegó a niveles grotescos". 

 

Adiós al gran médico 

 

El deceso de Ruy Pérez Tamayo fue lamentado por personalidades del Gobierno, la ciencia, la cultura y la academia de México. 

 

Así envió sus condolencias la Secretaría de Salud

 

El historiador Enrique Krauze, que también forma parte del Colegio Nacional, aseguró que Pérez Tamayo fue un "mexicano eminente" cuyas aportaciones a la ciencia son incalculables. 

 

Pérez Tamayo fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República, del Seminario de Problemas Científicos y Filosóficos de la UNAM, del Consejo Asesor del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico. 

 

Su alma mater siempre fue la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). 

 

Con más de 170 artículos científicos y 87 libros publicados a nivel nacional e internacional, también se convirtió en uno de los divulgadores de la ciencia más prolíficos de América Latina

 

"Yo trabajo en la investigación de problemas biomédicos, cuyo grado de complejidad es muchas veces superior al de los simples y descarnados hechos físicos", dijo en alguna ocasión Ruy Pérez Tamayo. 

 

Entre sus libros más reconocidos se encuentran Ética médica laica (2002), Diez razones para ser científico (2013) y Patología de la pobreza (2016). 

 

Según información del Colegio Nacional, Pérez Tamayo fundó y dirigió la Unidad de Patología de la Facultad de Medicina de la UNAM en el Hospital General de México. Además, recibió el Premio Nacional de Ciencias en 1974 y el Premio Aída Weiss en 1986, entre otros galardones. 

 

 

En 2013, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, develó su busto en la Explanada de Médicos Ilustres de la Secretaría de Salud. Ingresó a El Colegio Nacional el 27 de noviembre de 1980. 

 

"El doctor Ruy Pérez Tamayo pertenece a ese escaso grupo de notables investigadores que se dan tiempo para acercar la ciencia al gran público. Dado su talante humanista y riguroso, ha sido una de las voces más lúcidas y combativas a favor del pensamiento científico como un modelo de vida": así calificó en 2010 la revista Letras Libres su labor académica. 

 

La directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), María Elena Álvarez-Buylla Roces, lamentó el fallecimiento en sus redes sociales. 

 

Ruy Pérez Tamayo concebía a la medicina como una gran revolución social que podía estar al alcance de todos, y cuyos beneficios debían ser distribuidos en todas las escalas del pueblo. 

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