Luego de que el tenista serbio Novak Djokovic, declarado antivacunas, fue expulsado de Australia por no tener aplicado el antígeno contra el COVID-19, México no tardó en abrirle las puertas a este deportista para participar en el Abierto de Acapulco.
Aunque es un hecho que Djokovic no participará en el Abierto Mexicano, tan solo la invitación hecha al serbio representa una especie de premio de México hacia personajes como este tenista, que han fomentado la irresponsabilidad social.