Ómicron… ¿Después de la tormenta llega la calma?

La variante ómicron del COVID-19 se ha apoderado de la gran mayoría de los casos positivos de esta enfermedad que se van dando en el mundo entero, incluyendo México, país donde los contagios ya muestran cifras nunca antes vistas.

Debido a que esta variante es altamente contagiosa, el uso de cubrebocas y las vacunas parecen ya no ser suficientes para evitar que se presenten contagios de manera alarmante, aunque no todo es una mala noticia con esta variante.

Y es que cabe la posibilidad de que ómicron sea el último embate que da el COVID-19 a la humanidad para luego convertirse en un virus endémico, similar a la influenza estacional, que se presenta en temporada invernal.

Muchas voces han señalado que luego de ómicron, el COVID-19 será una enfermedad que se presentará en pequeños brotes y dejará de ser una pandemia, por lo que la sociedad podrá ir regresando a la normalidad.

De acuerdo con autoridades de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay una gran posibilidad de que en naciones europeas el COVID-19 desaparezca por un periodo de tiempo, debido a la alta tasa de vacunación y a la inmunidad natural que se ha dado tras la infección.

De esta manera, muchas naciones del viejo continente estarían alcanzando la inmunidad de rebaño que dará tiempo suficiente a que nuevas jornadas de vacunación eviten la propagación del virus como hemos visto hasta la fecha.

Asimismo, existe la gran posibilidad de que las vacunas vayan evolucionando y sean más eficaces contra el virus y sus variantes, poniendo punto final a la pandemia.

Sin embargo, países como México no deben comenzar a cantar victoria debido, a la irresponsabilidad social con la que actúa la población y el mal manejo de las autoridades por la pandemia.

Aunque la vacunación avanza, las acciones de gobierno son lentas para frenar los contagios y esto va de la mano con una sociedad que toma la pandemia en juego, motivo por el que la ansiada inmunidad de rebaño puede tardar todavía en llegar.