
El paro cardiorrespiratorio que sufrió un niño de 10 años en el estado brasileño de Sao Paulo (sureste) poco después de haberse vacunado contra el COVID-19 no está relacionada con el inmunizante, según informaron las autoridades sanitarias.
"No existe relación causal entre la vacunación y el cuadro clínico presentado", informó en un comunicado la Secretaría de Salud del estado de Sao Paulo.
El análisis apunta que el niño padecía una enfermedad congénita rara, que hasta entonces la familia desconocía, y que fue lo que desencadenó el cuadro clínico.
La Secretaría de Salud añadió que todas las vacunas aprobadas por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) son "seguras y eficaces".
El niño, de la localidad de Lençois Paulista, padeció un paro cardiaco y se desmayó 10 horas después de ser vacunado, según el relato de la familia.
Tras ser reanimado, fue llevado a un hospital privado de una ciudad vecina, donde permanece estable y en observación.
El ayuntamiento de la ciudad donde ocurrieron los hechos paralizó la campaña de vacunación durante una semana hasta que se aclarara lo sucedido.
El niño recibió la vacuna de Pfizer contra el COVID-19, la única autorizada en ese momento; ahora también puede usarse la del laboratorio chino Sinovac.