
La llegada de la variante ómicron generó preocupación por su rápida propagación, pero también puso sobre la mesa de que esta cepa se convirtiera en la dominante en el mundo entero y, por ser poco agresiva, diera pie al inicio del fin de la pandemia.
Y es que voces expertas manifestaron que ómicron, al convertirse en la variante predominante y generar pocas afectaciones a las personas ya vacunadas, sería ya endémica, como es en estos momentos la influenza.
No obstante, este entusiasmo fue golpeado este fin de semana con el nacimiento de “deltacrón”, una combinación de las variantes delta y ómicron que fue detectada en Chipre y que ha comenzado a preocupar al mundo entero.
Deltacron, la nueva variante del SARS-CoV-2 detectada en Chipre https://t.co/AEbIgxsqYl
— Imagen Poblana (@imagenpoblana) January 9, 2022
En estos momentos se tienen pocos datos de “deltacrón”, ya que solo se han detectado 25 casos de esta nueva variante, por lo que no se pueden determinar muchas cosas todavía.
Los primeros informes señalan que “deltacrón” mantiene el dolor de garganta, cabeza, cuerpo, articulaciones, tos seca y fiebre como principales síntomas, lo que ya se venía presentando con ómicron.
De la misma manera, se sabe que “deltacrón” no es más contagiosa que ómicron, por lo que esta cepa sudafricana se mantiene como la de mayor riesgo en estos momentos. Por estos motivos, hasta el momento los informes no son desalentadores.
Hay que destacar que las mutaciones de los virus son algo completamente normal y en estos momentos aparecen más variantes del SARS-CoV-2 debido a que el comportamiento humano ha cambiado.
Es decir, al inicio de la pandemia se sabía poco o nada del COVID-19, por lo que todos fuimos propensos a este virus y de la misma manera se presentaba con mayor mortalidad, algo que ha cambiado.
El acceso a mejores maneras de prevención, el uso de mascarillas y la ventilación, así como infecciones previas de COVID-19, hacen que el virus tenga mayor dificultad de infectar y al estar en contacto con diferentes células se van dando las variantes conocidas.
Un mal concepto que se tiene es que las variantes son más peligrosas, algo que no es precisamente cierto y eso se puede ver con ómicron, que pese a ser más contagiosa es menos grave para el humano, aunque eso no significa que se deba bajar la guardia.
Lo cierto es que el COVID-19 está todavía muy lejos de dejar a la humanidad, por lo que se debe tomar en cuenta que las variantes seguirán surgiendo y la mejor manera de combatirlas es mantener al pie de la letra las medidas de prevención dictadas por autoridades sanitarias internacionales.