Hoy, quiero hacer un repaso de dos historias, una hollywoodense y otra mexicana que, curiosamente, pasaron desapercibidas en su momento, pero que en realidad me llenaron la pupila por su gran calidad, la primera de ellas es “La Entrega” (The Drop, 2014), dirigida por Michaël R. Roskam, cinta que narra la circulación subterránea del dinero que se da en algunos bares de Nueva York, resultado de operaciones delictivas, que terminan en los buzones de las casas de algunos mafiosos.
El filme se caracteriza por la ausencia de clichés para contextualizar el ambiente mafioso de bajo perfil que busca retratar, lo cual permitió un relato original e innovador en su momento.
Narra el momento en que Marv (James Gandolfini, mejor conocido por su papel de Tony Soprano en la serie de Los Soprano y segundo elemento por el cual recomiendo la película, pues su gran trabajo histriónico destaca por sobremanera), está presente en un bar mientras se presenta un asalto fraguado por enmascarados, quienes provocan una descompensación financiera y un conflicto entre mafiosos.
Por si a la historia le faltara algo, un perro herido al que rescatan de una inminente muerte, una mujer aparentemente débil que termina por manifestar su fuerza y un maleante a quien le encanta alardear sobre sus grandes diabluras, le pone sal y la pimienta a la cinta. Actualmente puede encontrar este filme en la plataforma de “Star+”.
La otra historia de la que le quiero hablar es la cinta mexicana “Somos Lengua: Fragmentos del Hip Hop México”, de 2016, un documental dirigido por Hyzza Terrazas, que tiene una mezcla muy peculiar de poder cultural, entretenimiento y urbanidad intensa.
El largometraje nos cuenta una parte de la historia del rap mexicano, pero de una manera especial. Le explico… Muy seguramente, la simple mención de un género musical como el rap, retratado por un género cinematográfico como el documental, podría resultar para muchos una mezcla de total desinterés; sin embargo, deriva en una bomba de tiempo, que detona con un resultado deleitante, hasta para los que no somos ni cerca fanáticos de las rimas callejeras.
Kyzza Terrazas hace un recorrido por las calles del país y los estudios musicales que permite que los espectadores tomar su tiempo para analizar los discursos de segregación y persistencia que transmiten los protagonistas, personas que llevan la música, el lenguaje y por supuesto la identidad como estandarte de vida, que se muestra de a poco en el metraje.
La recuperación del lenguaje, como el propio título lo menciona, propicia un debate, que por sí solo es complejo, teniendo como punto de partida la variedad lingüística de individuos que, en muchos casos, tienen un nivel académico bajo, pero que se han refugiado ante ese inconveniente en un mundo culturizador que, a su manera, les aporta esa intensidad identitaria de la que todos requerimos en algún momento. El documental se puede ver en la plataforma de video bajo demanda AppleTV.
Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico trejohector@gmail.com o sígame en mis redes sociales “Cinematografo04” en Facebook y Spotify, así como “Cinematgrafo04” (sin la “ó”) en Twitter.
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