El orangután Toto murió a los 29 años y 11 meses en el zoológico del bosque Chapultepec de la ciudad de México, informó este jueves la Secretaría del Medio Ambiente de la capital.
"Toto fue uno de los más queridos embajadores de la conservación de la vida silvestre y durante casi tres décadas acompañó los esfuerzos de los zoológicos de la ciudad que trabajan por la conservación de especies amenazadas o en peligro de extinción, como los orangutanes, que tienen una vida promedio de 30 a 45 años", sostuvo la cartera.
Desde el nacimiento del simio, de característico pelaje rojizo, fue necesario "criarlo artificialmente con biberón" porque su madre no producía leche para alimentarlo.
"Esta condición de crianza artificial dio como resultado un gran acercamiento entre Toto, sus cuidadores y veterinarios", explica el organismo.
El parte veterinario indica cómo los cuidadores observaron que disminuyó su apetito.
En los últimos tiempos recibía tratamiento médico y estuvo en observación permanente desde el 6 de diciembre pasado.
Sin embargo, "a pesar de los esfuerzos por reanimarlo, lamentablemente falleció", informa la cartera responsable del zoológico con el mayor bosque de la megalópolis, de casi 700 hectáreas.
Patólogos y especialistas están obteniendo muestras biológicas para procesarlas en laboratorios y conocer en detalle la causa del fallecimiento del simio, mamífero originario de Indonesia y Malasia.
"Recordemos y honremos a uno de los más queridos habitantes del Zoológico de Chapultepec", termina el anuncio oficial.
Hasta 2017 quedaban unos 70.000 orangutanes en el mundo, la inmensa mayoría en las selvas de Borneo y Sumatra.
Toto nació el 26 de diciembre de 1991 en el zoológico de Chapultepec y era un "orangután híbrido", como los expertos clasifican a esos simios de dos especies distintas, los de Borneo y los de Sumatra.
El ejemplar era hijo de Lisa y Woody, que también fueron orangutanes híbridos.