En unos días, el Gobierno de Puebla emitirá el decreto con el cual se exige la presentación del certificado de vacunación para permitir el ingreso de personas a sitios públicos, medida necesaria ante la cuarta ola de COVID-19.
Como se esperaba, hay algunas voces que se han mostrado en contra de que se pida este certificado, afirmando que va contra el derecho de libre tránsito de las personas, pese a que sean un riesgo de contagio de coronavirus.
Una de estas voces es la del rector de la Universidad Iberoamericana de Puebla, Mario Ernesto Patrón Sánchez, quien se ha mostrado en contra de esta medida del Gobierno del Estado, que es avalada por gran parte de la sociedad.
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Patrón Sánchez señaló que la medida generará desigualdad y discriminación entre los poblanos, pues se estará calificando a la sociedad basándose en si se aplicó o no la vacuna anticovid.
Lo peor de las declaraciones del rector de la Ibero es que afirmó que pedir el certificado de vacunación son “ideas de primer mundo”, y solo se puede exigir donde hay acceso universal al antígeno.
Lo dicho por Patrón Sánchez es criticable en diversos sentidos, comenzando con el hecho de que la exigencia del certificado de vacunación no tiene fines discriminatorios, sino conservar la salud de los poblanos responsables que se aplicaron la vacuna.
Decir que exigir el certificado son “ideas de primer mundo” donde hay acceso total a las vacunas también resulta equivocado, pues el Gobierno del Estado ha logrado traer a Puebla gran cantidad de antígeno para toda la sociedad.
De hecho, se puede decir que hay tal cantidad de vacunas que los que no se han inoculado es por irresponsabilidad, pues en cualquier momento pueden acceder al antígeno.
Los comentarios equivocados de un líder universitario pueden ser tomados como un llamado a la desobediencia de los mismos estudiantes de la Ibero, algo que no beneficia en nada al combate contra el COVID-19.
