México pierde el tiempo mientras el mundo se adelanta a ómicron

México pierde el tiempo mientras el mundo se adelanta a ómicron

Foto: Xinhua

Ómicron, la nueva y peligrosa variante del COVID-19, ha generado alarma en el mundo entero y esto ha puesto a trabajar horas extra a las autoridades de muchos países, a fin de evitar una nueva crisis sanitaria de grandes proporciones.

 

Autoridades de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelaron que deberán pasar de 1 a 3 semanas para que se conozcan los verdaderos alcances de ómicron, pero muchos países no están dispuestos a esperar este tiempo.

 

 

Aprovechando la ventana de oportunidad que se tiene en estos momentos, naciones principalmente de Europa han comenzado a tomar acciones contundentes para evitar un grave rebrote de COVID-19.

 

En Alemania, Austria, Rumania y Países Bajos se ha comenzado a restringir el acceso a sitios públicos a personas no vacunadas, mientras que en otras naciones europeas se ha determinado tomar nuevos confinamientos obligatorios.

 

Ómicron está presente en estos momentos en el mundo gracias a las personas antivacunas, que se han colocado como agentes de contagio, por lo que la Unión Europea ha puesto sobre la mesa el hacer obligatoria la vacunación contra el COVID-19 para toda la población.

 

Ciudades estadounidenses como Nueva York se han adelantado y desde hace unos días han colocado a la inoculación como algo obligatorio para sus ciudadanos.

 

Mientras esto sucede en el mundo, México pierde el tiempo gracias a la postura tomada por las autoridades de salud del país y del Gobierno Federal, que han minimizado a ómicron al grado de asegurar que “no sería tan malo” un contagio de esta cepa para lograr la inmunidad de rebaño.

 

Contrario a lo que sucede en muchas partes del mundo, en México se ha abierto la actividad comercial y de otros rubros al 100%. Ejemplo de cómo las autoridades mexicanas han minimizado a ómicron es el “AMLO Fest” desarrollado la semana pasada, donde la sana distancia brilló por su ausencia.

 

 

De esta manera, México va directo a una nueva crisis sanitaria gracias al nulo interés de la Federación de tomar acciones ante la nueva variante que está poniendo en jaque al mundo entero.

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