¿Depresión en Navidad?, así es el Trastorno Afectivo Estacional de esta temporada

¿Depresión en Navidad?, así es el Trastorno Afectivo Estacional de esta temporada

Foto: Pixabay

Para algunas personas la Navidad no representa buenos deseos, amor, regalos y muchos colores, sino que en lugar de alegría estas fechas les produce una profunda tristeza y melancolía, un padecimiento conocido como depresión navideña o el “blues de navidad”, una forma de Trastorno Afectivo Estacional (TAE).

 

Este padecimiento es abordado por los expertos como una condición con síntomas muy parecidos al trastorno depresivo, pero limitado a la temporada navideña, recurrente y cuyo desencadenante son las propias navidades o circunstancias ligadas a las mismas, es decir, solo aparece en esta temporada.

 

Los síntomas de este estado son: ánimo bajo, falta de energía, irritación, malestar, desinterés por realizar actividades, estrés, ansiedad y hasta trastornos de sueño. Las personas que han padecido trastornos depresivos son las más propensas a presentar este síndrome, o a sufrir empeoramientos de sus problemas en esta época del año.

 

Los expertos refieren que algunas razones de este decaimiento es la ausencia de seres queridos, acentuada por la tradición de reunirse con familiares y amigos. La sensación de distanciamiento con personas con las que se ha tenido algún conflicto puede resultar muy dolorosa en esta época.

 

También hay quien siente presión y estrés por cumplir con compromisos, ver a personas a las que quizás no quiera ver, así como la sensación de estar cumpliendo de manera automática con una serie de rituales por tradición, así como la “obligación” de ser feliz y alegre o al menos tener que aparentarlo.

 

¿Cómo evitar este tipo de depresión?

 

Si lo que genera este malestar es la ausencia de un ser querido, reunirse con la familia para recordar con cariño a esa persona es una forma eficiente de sentirse mejor. Y si el motivo es un conflicto con alguien, puede ser beneficioso tratar de pasar tiempo y distraernos con las personas con quienes tenemos buena relación.

 

En tanto que el estrés generado los compromisos sociales se puede evitar al declinar las invitaciones de aquellos a los que no se desee asistir y explicar los motivos al resto de personas implicadas, así como ofrecer alternativas a los rituales concretos de cada reunión.

 

Asimismo, aceptar que no te gusta la Navidad y que no hay nada de malo en ello es una alternativa para pasarlo lo menos mal posible, y en cambio asistir a reuniones pequeñas con amigos en lugar de las familiares.

 

Estos son solo algunos consejos, pero lo más importante es que si los síntomas generan verdadero malestar, o si evolucionan a trastornos psiquiátricos previos, se debe buscar ayuda y consultar con un profesional.

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