Casi siempre planeo mis textos con una semana de anticipación y prácticamente nunca, salvo en contadas y extraordinarias excepciones modifico el filme del que voy a hablar. Esta semana tenía contemplado platicarle a usted de “Tesis sobre un homicidio”; sin embargo, en una tarde me enrolé en la serie mexicana “Duda razonable, historia de dos secuestros”, dirigida por Roberto Hernández (“Presunto culpable”, 2008), la cual me dejó impactado de tal forma que decidí contarle hoy al respecto.
Se trata de una miniserie documental que está disponible en Netflix, en la cual se muestra la injusticia que viven 4 hombres en Macuspana, Tabasco, Héctor, Gonzalo, Juan Luis y Darwin, acusados injustamente de secuestro y llevados presos a enfrentar un juicio en el que no se presenta ninguna prueba categórica que los vincule con el hecho del que son acusados, manteniéndolos recluidos a 3 de ellos, quienes apoyados por los abogados Andrés Andrade y Alberto Magaña, enfrentan una cruenta batalla contra el sistema.
El argumento indigna, pues captura de forma clara y contundente la funesta actitud de las autoridades tabasqueñas que forman parte del sistema judicial de aquella entidad, aunque de pasadita, dejan mal parado al sistema político, que denigra a quien no tiene la capacidad económica para enfrentarlo.
El rostro del viciado sistema es la fiscal de Alto Impacto de Tabasco, María del Rosario Delfín Rosales, quien apoyada de Juan Francisco Vera Ayala (Vice Fiscal de Asuntos de Alto Impacto de la Fiscalía de Alto Impacto) y una carpeta de investigación mal integrada, se encarga de evitar la salida de las víctimas de prisión, a costa de todo, impulsada, aparentemente solo por la identificación de los jóvenes, que hizo un poderos empresario de la región a quien nombran solo como ACP.
El documento visual es tan denigrante para el espectador por la serie de irregularidades que devela en todo el proceso penal, que no puede pasar desapercibido; de hecho, uno de los objetivos de hablar del tema es ponerlo todavía más presente en el debate popular, pues ya muchos se han encargado de ponerlo en la agenda pública.
Es un tema que cala hasta los huesos, incluso cuando conocemos las implicaciones negativas que tuvieron quienes decidieron apoyar desde la perspectiva legal y pericial a los agraviados, quienes presuntamente sufrieron un intento de homicidio de parte de las mismas autoridades, sin que ello se haya demostrado.
Una serie sumamente recomendable, aunque para verla, debe usted tener un estómago de hierro y nervios de acero.
Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico trejohector@gmail.com o sígame en mis redes sociales “Cinematografo04” en Facebook y Spotify, así como “Cinematgrafo04” (sin la “ó”) en Twitter.