La muerte de Nathan Tyler Valencia en una pelea de boxeo que tenía fines caritativos fue calificada por las autoridades como homicidio; sin embargo, nadie presentará cargos penales. El ahora fallecido tenía 20 años y estudiaba en la Universidad de Nevada. Los hechos sucedieron en Las Vegas, Estados Unidos.
A través de un comunicado, citado por AP, la policía de Las Vegas informó que a pesar que "la muerte del señor Valencia es trágica, las circunstancias que rodearon su muerte no son criminales y no se presentarán cargos". Esto debido a que el joven subió por propio pie al ring como parte de una evento benéfico.
Al respecto, Nick Lasso, abogado de la familia del fallecido, dijo que Nathan participó el 19 de noviembre en el evento benéfico “Fight Night”, organizado por una fraternidad de la universidad en la que estaba matriculado. Tras la pelea Valencia se desmayó, fue hospitalizado y murió cuatro días después. Según un folleto del combate, el joven era uno de los luchadores del "evento principal", a pesar de su escasa experiencia en el boxeo.
Tras practicarle la autopsia, la Oficina Forense del condado de Clark informó que la causa de la muerte del estudiante fue un traumatismo en la cabeza producido por una fuerza contundente. La Universidad de Nevada manifestó sus condolencias a la familia y se comprometió a utilizar todos los "recursos disponibles" para revisar el incidente y asegurarse de que no vuelva a ocurrir otra tragedia.
Sin embargo, el director de la agencia reguladora de boxeo de Nevada informó que dicho evento no fue autorizado por la Comisión Atlética de Nevada y por lo tanto será investigado. Asimismo, los abogados de la víctima se comprometieron a "cooperar plenamente y compartir información necesaria" para esta investigación y desean que "esto nunca le suceda a otro hijo, hija o miembro de esta comunidad".
En este sentido, la defensa de la familia Valencia dijo que algunos testigos afirmaron que en la pelea no había paramédicos ni personal sanitario. Lo mismo había sucedido en ediciones anteriores, aunque no hubo reportes de fallecimientos sí hay casos de participantes que quedaron inconscientes y "requirieron atención hospitalaria".
Por si fuera poco, testigos aseguran que el árbitro del combate fue grabado bebiendo antes de las peleas, por lo cual cuestionan si tenía entrenamiento profesional. La identidad de este sujeto aún no ha sido revelada.
Por último, Brianna Keilar, madre de la víctima, en una entrevista para CNN dijo que Nathan le aseguró que era un evento para personas sin experiencia en boxeo y que lo hacía porque "era para una organización benéfica".