El fanatismo en todas sus presentaciones es criticable, máxime cuando no hay argumentos suficientes para justificar acciones que rayan en lo ridículo, como lo sucedido este lunes con los fanáticos de “Spiderman”.
Desde las primeras horas del 29 de noviembre, miles de jóvenes mexicanos comenzaron a saturar las páginas web de los cines para conseguir boletos para el estreno de “Spiderman: No Way Home”, provocando que estos sitios se cayeran rápidamente.