El próximo domingo habrá elecciones en Chile y Venezuela. Los escenarios son diferentes entre sí, pero hay un ambiente generalizado en el que coinciden muchos analistas: la vuelta de la izquierda latinoamericana, ¿qué tan probable es el regreso de aquellos tiempos que marcaron la primera década del siglo XXI?
El inicio del siglo significó en América Latina un respiro importante para los movimientos sociales y la ruptura de las políticas económicas neoliberales por el arribo de gobiernos de izquierda. El contexto económico también fue favorable por lo que se vivió un periodo progresista. Fueron los tiempos de Hugo Chávez en Venezuela, Lula Da Silva en Brasil, Fernando Lugo en Paraguay, Néstor Kirchner en Argentina, Fidel Castro en Cuba, José Mujica en Uruguay, Michelle Bachelet en Chile, Evo Morales en Bolivia, Daniel Ortega en Nicaragua y Manuel Zelaya en Honduras. Una generación inolvidable.
Las intentonas golpistas por parte de Estados Unidos fueron socavando el ímpetu de la izquierda, primero con el golpe en Honduras y posteriormente con la descarada intromisión de los procesos electorales en Chile, Brasil, Bolivia y Argentina, así como el constante asedio a Venezuela, Cuba y Nicaragua. Otros factores también influyeron para el debilitamiento de los liderazgos de izquierda: la muerte de Chávez y la caída de los precios del petróleo provocaron una fuerte inflación en Venezuela, además del bloqueo económico que asfixia a los pueblos caribeños.
Los últimos 6 años han sido de escaladas brutales de violencia contra la emancipación popular, pero este oscuro lustro (2015-2020) parece estar llegando a su fin. En 2018 el triunfo de Andrés Manuel López Obrador despertó las esperanzas más allá de las fronteras mexicanas y volvió a acercar a México con América Latina, después del distanciamiento con los gobiernos panistas.
A lo largo de la primera mitad del sexenio de López Obrador, nuestro país recuperó el liderazgo de la región, encabezó de forma exitosa la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC); la posición de los embajadores mexicanos ha sido un contrapeso importante a la Organización de Estados Americanos (OEA), instrumento golpista de Estados Unidos; la política exterior se ha mostrado con mucho respeto a la autodeterminación de los pueblos y la política económica ha sido ejemplo para otros países.
El papel de México fue fundamental para salvaguardar la vida de Evo Morales durante el golpe de Estado en Bolivia y el retorno de la democracia con Luis Arce; también han sido retomados programas y acciones de gobierno impulsados por López Obrador en países como El Salvador y Perú, donde recientemente ganó el profesor Pedro Castillo.
Esta podría ser la nueva generación de gobiernos de izquierdas que han vuelto a ganar influencia entre la población, sobre todo porque la pandemia comprobó la necesidad de políticas sociales y desnudó la vulnerabilidad de los pueblos frente a la contingencia.
En el caso de Chile, el actual presidente Sebastián Piñera está en un proceso de destitución acusado de corrupción: sacaba dinero de su país y lo enviaba a paraísos fiscales para no pagar impuestos. El favorito de la contienda del domingo es el candidato de izquierda Gabriel Boric, no obstante, según los sondeos no obtendría más del 50% de votos y por tanto se decidirá en una segunda vuelta muy probablemente con el candidato de extrema derecha José Antonio Kast. Además del presidente, los chilenos elegirán 155 diputados, 27 senadores y 302 consejeros regionales, con pocas ventajas para la derecha.
El pueblo chileno atraviesa una de las condiciones más adversas por la pandemia y la recuperación económica ha sido decepcionante con respecto a lo esperado. No sólo se trata del nivel del Producto Interno Bruto que retrocedió más de 10 años como se aprecia en la gráfica siguiente; también el nivel de pobreza y desigualdad se duplicaron. La pobreza extrema pasó del 2.3 al 4.3% de la población.
Elaboración propia con datos del Banco Central de Chile
Venezuela también tendrá elecciones el domingo, elegirá gobernadores y alcaldes. Actualmente el PSUV (Partido Socialista Unificado de Venezuela) gobierna 19 de 23 entidades y 310 de 335 alcaldías. A pesar de que la oposición ha decidido participar en las elecciones no se esperan sorpresas, la división interna y la falta de liderazgos hacen pronosticar que el PSUV conservará sus posiciones.
El siguiente año habrá elecciones en Colombia y Brasil; los favoritos son Gustavo Petro y Luiz Inácio Lula, respectivamente, ambos de izquierda. También tendremos elecciones estatales en México y el mismo presidente del PAN ha admitido que sólo podrían ganar 1 de las 6 gubernaturas en juego. Esperamos que todos estos cambios sean para bien de los pueblos y para que ello ocurra debemos de participar activamente en la transformación.
*Profesor-Investigador Universidad de Quintana Roo
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores
Twitter: @BandalaCarlos