Estamos totalmente en la temporada de Muertos en México, época del año donde las tradiciones milenarias de nuestra nación quedan a la vista de todo el mundo, teniendo como principal objetivo brindarle un recuerdo a todos nuestros seres queridos que han partido al más allá.
Los colores, olores y sabores que tiene México en el Día de Muertos son simplemente únicos, por lo que muchos mexicanos se sienten orgullosos de estas tradiciones, pese a que siempre está presente la celebración comercial importada de Estados Unidos conocida como Halloween.
Pese a esta intromisión “gringa” en temporada de muertos, nada de lo que se haga en el Halloween se puede comparar con lo que vemos en México en el Día de Muertos, pues más allá de fantasmas y terror que presenta Halloween, lo que se ve en nuestro país tiene mucho más sentido y profundidad.
Y es que en México se mantiene en muchos hogares esa tradición de poner las ofrendas a nuestros muertos, tradición que afortunadamente es fomentada por las autoridades y el ejemplo es Puebla con el “Corredor Metropolitano de Ofrendas”.
Si bien es cierto que muchos jóvenes ven todavía con desdén esta tradición de Día de Muertos y prefieren el Halloween, también es una realidad que este grupo es minoría ante todos los mexicanos que gustan celebrar estas fechas.
Los matices que da el Día de Muertos en México son incomparables, ya que contrario a la tradición estadounidense donde se da prioridad a monstruos y otros temas de terror, en nuestro país se celebra la vida a través de la muerte.
El Día de Muertos es una clara muestra de cómo las tradiciones milenarias se han conjuntado con lo que dejó la hispanización de nuestro país, dando un festejo totalmente místico y que incluso reconforta el alma de los que seguimos en este mundo terrenal.
Gracias a la baja que se ha dado en contagios en esta pandemia, este año se podrá celebrar con más libertad la temporada de muertos, algo que no se logró el año pasado gracias al COVID-19.
Esta tradición que nos debe llenar de orgullo a todos los mexicanos es también motivo para un sentido homenaje a todos nuestro seres queridos que fueron arrebatados por el coronavirus, por lo que es justo que esta costumbre se mantenga más viva que nunca.
