La pandemia de COVID-19 en Japón cobró la vida de varios menores de edad; pero no por enfermedad, sino que derivado del cierre de las escuelas, 415 alumnos de primaria y secundaria se suicidaron. Esta cifra representa los niveles más altos de la historia del país en los últimos 40 años.
De acuerdo con el Ministro de Educación japonés, los cierres de los colegios y el aprendizaje en los hogares derivado de la pandemia repercuten con gran impacto en el comportamiento de los menores, al grado de quitarse la vida.
Al respecto, el periódico japonés Asahi informó que el número de suicidios en niños incrementó en 100 casos desde el año pasado, es la mayor cifra desde que se comenzaron a registrar los datos en 1974. Y desde 2005 los suicidios de estudiantes no han parado de aumentar, cuando fueron registrados poco más de 100. Hasta el momento, las autoridades reportan 415 muertes autoinfligidas.
Respecto a los motivos suicidas, un estudio elaborado por el Ministerio de Educación reveló que 58.4% de estos hechos entre menores de edad se produjeron por motivos "desconocidos", los motivos familiares representan 21,3%, los "desacuerdos familiares" 12,3% y las "reprimendas de los padres", 9%.
En tanto que el ámbito educativo provocó 13,2% de los suicidios entre los estudiantes, debido a "fracasos académicos" y "problemas con profesores".
Por supuesto esto no solo afecta a los menores de edad, ya que en 2018 Japón registró más de 20,000 suicidios en la población general, ya que en la cultura del país es una manera de evitar la vergüenza o el deshonor.
Por último, desde 2009 Japón había registrado un decremento en la tasa de suicidios; sin embargo, en 2020, con la pandemia y los controles sanitarios que derivaron de ello, como las cuarentenas, las cifras repuntaron de nuevo, con 20,919 casos, llegando a niveles de 1990.
