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El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo sus estimaciones de crecimiento para la economía mexicana a 6,2 por ciento en 2021 y a 4,0 en 2022, según las Perspectivas Económicas Mundiales publicadas este martes.
Ese pronóstico es menor al 6,3 previsto para este año en el informe de julio pasado del organismo financiero durante el verano boreal, y también reduce el 4,2 por ciento proyectado hace tres meses para 2022 en la segunda economía latinoamericana, según el documento presentado por la directora del Departamento de Estudios del FMI, Gita Gopinath.
Esas reducciones en las previsiones del organismo se colocan por primera vez a la baja para la economía mexicana, después de estimaciones consecutivas al alza ante el derrumbe histórico de 8,2 por ciento en 2020 causado por la pandemia de coronavirus, impulsadas por la recuperación de EEUU, su vecino y principal socio comercial.
Las economías emergentes, como la mexicana, "tendrán presiones inflacionarias que persistirán debido a los elevados precios de los alimentos, de la energía y a una depreciación cambiaria que subirá los precios de los bienes importados".
En efecto, la tabla de pronósticos del organismo indica que la inflación se disparará en México a 5,4 por ciento al cierre de 2021, su mayor nivel en cuatro años, superando la meta de 3,0 por ciento anual establecida por las autoridades monetarias y financieras mexicanas.
Sin embargo, las perspectivas económicas indican que el índice nacional de precios al consumidor que mide la inflación desacelere en el próximo año 2022 a 3,8 por ciento.
Las economías en desarrollo como la del país latinoamericano afrontan condiciones financieras más ajustadas y ante el mayor riesgo en sus presiones inflacionarias "están retirando su respaldo monetario más rápidamente a pesar de los declives importantes en producción", dice el documento.
